John Bolton, ex asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, desvela en su libro que Donald Trump, presidente estadounidense, pidió ayuda personalmente a Xi Jinping, su homólogo chino, para su reelección en las próximas elecciones del 3 de noviembre.
El libro todavía no se ha publicado, pero la cadena de televisión CNN ha obtenido el manuscrito. En él, Bolton cuenta que en Osaka, en una reunión de la cumbre del G-20, el mandatario norteamericano llevó la conversación hacia las elecciones. Mencionó “la capacidad económica de China para afectar a las campañas en curso, rogándole a Xi que se asegurara de que ganara”.
“Destacó la importancia de los agricultores y el aumento de las compras chinas de soja y trigo en el resultado electoral”, relata el ex asesor. Con todo, Bolton señala que “imprimiría las palabras exactas de Trump”. En cambio, explica, la revisión hecha por la Casa Blanca antes de publicarse el libro “ha decidido otra cosa”.
El presidente estadounidense ha quedado absuelto del impeachment al que se sometió por supuestas presiones a Ucrania, relacionadas también con su reelección.
Todas las decisiones de Trump estaban orientadas a su reelección
Así las cosas, indica que le “resulta difícil identificar cualquier decisión importante de Trump […] que no haya sido impulsada por cálculos de reelección”. Reitera que Trump aduló personalmente al presidente chino.
A ello se une, revela Bolton, que Xi comentó a su contraparte estadounidense que China estaba construyendo campos de concentración. Su objetivo, detenerme masivamente a personas pertenecientes a la minoría étnica uigur.
Trump celebró esa decisión que instó al presidente chino a continuar con ello y que, en su opinión, era “exactamente la cosa correcta que hacer”. Precisamente, el magnate neoyorquino acaba de promulgar un proyecto de ley acerca de la situación de los Derechos Humanos de esta minoría musulmana. Esto permitirá que Washington tome medidas que imponga sanciones a Pekín en relación a ello.
La minoría uigur, de religión musulmana, vive en las regiones del noroeste de China, sobre todo en la Región Autónoma Uigur de Sinkiang. También, en partes de Kazajistán, Kirguistán y Uzbekistán.
El inquilino de la Casa Blanca ha respondido en Twitter diciendo que el libro está compuesto de “mentiras e historias falsas”. “Dijo todo bueno de mí, de forma impresa, hasta que lo despedí”, añadió.
“Un tonto aburrido descontento que sólo quería ir a la guerra. Nunca tuvo idea, fue condenado al ostracismo y felizmente abandonado. ¡Qué tonto!”, espetó.