Boris Johnson, primer ministro británico, no quiso fotografiarse con Donald Trump, presidente de Estados Unidos, tras la reunión que ambos mantuvieron el pasado martes en Londres, coincidiendo con la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de los países de la OTAN.
Esto podría haber molestado al inquilino de la Casa Blanca, igual que la petición expresa de Johnson a Trump de que no intervenga en la campaña electoral británica que culminará el próximo 12 de diciembre y en la que el premier es cabeza de lista por el Partido Conservador.
Algunos medios de Reino Unido han deslizado que Johnson está tratando de evitar ser visto en público con el presidente estadounidense ya que, en el caso concreto de Trump, resulta impopular entre los ciudadanos británicos.
En declaraciones a los medios, el primer ministro señalo que habían “tenido una muy buena reunión y hemos discutido el futuro de la OTAN, lo que está pasando en Siria y otros temas de seguridad”. También se reunió con los líderes de Alemania, Francia y Turquía para abordar este asunto y la importancia de que la OTAN permanezca unida ante la crisis siria.
Por su lado, el mandatario estadounidense ha escrito en Twitter que ha “disfrutado” de su reunión con Johnson y que trataron “numerosos temas”, acerca de la Alianza Atlántica y también sobre las relaciones comerciales.