Trump, cazado en una grabación telefónica pidiendo hacer trampas en el recuento de votos

Trump, cazado en una grabación telefónica pidiendo hacer trampas en el recuento de votos

Una grabación telefónica revela que Donald Trump, todavía presidente de Estados Unidos, pide que se hagan trampas en el recuento de votos del estado de Georgia. En concreto, habla con Brad Raffespenger, secretario de Estado de ese territorio, y con Ryan Germany, máximo responsable de asuntos jurídicos de su departamento.

La conversación, filtrada casi inmediatamente a The Washington Post, coincide con que doce senadores republicanos anuncian que rechazarán el próximo miércoles la ratificación oficial de la victoria de Joe Biden si no se abre una investigación oficial sobre las elecciones.

“Lo único que quiero es encontrar 11.780 votos, que es uno más de los que tenemos, porque ganamos en el estado”, dijo Trump a Raffespenger.

La conversación es histórica porque un presidente de Estados Unidos está presionando para que el también máximo responsable de la organización de las elecciones en Georgia falsifique los resultados en nada más y nada menos que 11.869 sufragios.

“No hay nada malo en decir que has recalculado”, le dice Trump al secretario de Estado de ese departamento estadounidense. Vergonzoso, más digno de una película de mafiosos que del máximo mandatario del país más poderoso del mundo.

Y es que resultaría en todo caso inútil porque, aunque Biden no ganara en Georgia, el demócrata seguiría siendo el presidente electo. El vicepresidente de Barack Obama ganó por más de 7 millones de votos.

Esta conversación, además, tiene un calado político de extrema magnitud. Incluso, podría resultar la base para un nuevo impeachment contra el todavía inquilino de la Casa Blanca.

El primero, motivado por presiones a Volodimir Zelenski, presidente de Ucrania, prosperó, pero la destitución, como era de esperar, no.

Las trampas de Trump no impedirían a Biden ser presidente

Hacer trampas en el recuento, además de estéril, sería ilegal y a ello se agarra Raffespenger para negarse. “Dime, Brad, ¿qué vas a hacer?”, insiste Trump, que se empeña en que hubo fraude. “Te estoy notificando que has dejado que suceda”, presiona.

Es cuando llegan las amenazas. “Sabes lo que hicieron, y no estás informando acerca de ello. Eso es un delito penal. No puedes permitirlo. Es un riesgo muy grande para ti y para Ryan. Sois abogados, es un riesgo muy grande”, golpea.

La diferencia respecto a Zelenski es que el presidente ucraniano no fue tan directo como Raffespenger y Germany a la hora de negarse.

“Presidente, usted tiene gente que aporta información, y nosotros tenemos gente que aporta información, y esa información ha sido presentada ante los juzgados, y los juzgados han tomado una decisión”, responde el secretario de Estado.

Hacía referencia a los casi cien recursos que la campaña de Trump presentó poniendo en duda el resultado electoral y que todos resultaron rechazados.

Raffespenger, además, le dijo al todavía presidente que el problema “es que sus datos están mal”. Trump replica que Dominion, la empresa de software electoral, destruyó pruebas del fraude, es Germany quien responde contundente: “no”.

A ello vuelve a replicar el magnate neoyorquino: “¿Estás seguro, Ryan?”. La respuesta no deja lugar a duda alguna: “Lo estoy”, zanjó el responsable de asuntos jurídicos.

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