Completamente ajeno a lo que realmente está sucediendo en el mundo, Donald Trump, presidente de Estados Unidos, amenaza con cerrar el país. En concreto, mediante un mensaje en Twitter, afirmó que iba a “suspender la inmigración” para “proteger los empleos de nuestros GRANDES Ciudadanos Americanos”.
Su amenaza de cerrar Estados Unidos a la inmigración lo haría a través de una orden ejecutiva –el equivalente a un decreto-. En un principio, nadie sabía a qué hacía referencia el mandatario ni si dicha orden existe o es factible.
“¡A la luz del ataque del Enemigo Invisible, al tiempo que para proteger los empleos de nuestros GRANDES Ciudadanos Americanos, voy a firmar una Orden Ejecutiva para suspender temporalmente la inmigración a Estados Unidos!”, puede leerse en el tweet lanzado a las 22:00, hora de Washington.
The New York Times cita a fuentes anónimas conocedoras del plan de Trump. Según éstas, lo firmaría en los próximos días afectando a los visados de trabajo y a los permisos de residencia permanentes, las llamadas green cards.
Si se lleva a cabo, representaría cerrar el país a la inmigración legal y a la irregular, poniendo a ambas en el mismo plano. Es un plan que siempre ha estado presente en las ideas el presidente estadounidense. Lo cierto es que hasta el momento no se había percibido su intención de algo semejante.
Si es verdad que suspendió la entrada a Estados Unidos a casi toda persona procedentes de China y Europa, salvo mercancías y residentes permanentes. Hizo lo mismo para la mayoría de los servicios consulares extranjero, lo que suponía en la práctica la suspensión de las tramitaciones de visados.
Con esta amenaza quedan patentes las contradicciones de Trump respecto a la inmigración. Hace apenas 20 días que prometió que continuarían los visados temporales para trabajadores del campo. “No estamos cerrando la frontera para que no pueda entrar toda esa gente. Han estado ahí años y años, y he dado mi palabra a los granjeros: van a continuar viniendo”, dijo entonces. “Queremos que vengan”, enfatizó.
A su vez, invitaba a los trabajadores cualificados que pudieran ayudar en la guerra contra el coronavirus para que aceleraran sus visados. El Departamento de Estado tuteaba en ese sentido. “Animamos a los profesionales médicos que buscan trabajo en Estados Unidos con un visado de trabajo o de intercambio, especialmente aquellos que trabajan en temas de Covid-19, a contactar con la embajada o consulado más cercano para obtener una cita”, rezaba el tweet. Posteriormente, matizaba que hacía referencia a procesos de inmigración que ya estaban en marcha, no a nuevos.
Trump sabe que los trabajadores del campo son necesarios para ciertos trabajos, y así lo ha admitido. De hecho nos protegen sus propios empleadores porque sin ellos no habría cosechas ni comida fresca en las tiendas.
A ello se une que la policía de inmigración suspendió las detenciones de los inmigrantes sin papeles si no tenían antecedentes graves. Si no acudían al médico si se contagiaban, representaban un peligro.