La Policía de Nigeria liberó ayer a más de 300 personas, en su mayoría niños, que fueron encontradas encadenadas en un edificio en la ciudad de Kaduna, al norte del país. Procedían mayoritariamente de Burkina Faso, Mali y otros países africanos. El lugar donde han sido hallados era una casa que acogía una escuela islámica.
Algunos menores han declarado que han sido víctimas de abusos sexuales por varones adultos, mientras que otros denuncian que eran torturados para que recitaran el Corán. Por el momento, se han practicado ocho detenciones.
Según ha relatado un hombre de 42 años que llevaba tres meses recluido en el lugar, engañado por su familia, “se supone que es un centro islámico, pero intentar escapar de aquí conlleva un grave castigo”. Añadió que “atan a la gente y la cuelgan del techo”.
Contó que les daban “muy mala comida y sólo comemos dos veces al día”. Fue testigo, afirma, de la muerte de “una persona por torturas”. “Otros había muerto o antes de mi llegada por torturas y problemas de salud”, detalló.
Ali Janga, comisario de la Policía de Kaduna, ciudad de Nigeria, ha señalado que recibieron “información de que algo pasaba en este centro de rehabilitación o centro islámico”. Cuando los agentes llegaron, descubrieron que no era ninguna de las dos cosas, agregó.
Destacó que “el hombre que lo gestiona asegura que los padres traían a sus hijos aquí para rehabilitación pero, visto lo visto, ningún padre razonable traería a sus hijos a este lugar”, e insistió en que “la mayoría de ellos estaban encadenados”.
El comisario un se ha comprometido a investigar el caso hasta “llegar a la raíz del asunto”, presentando cargos cuando llegue el momento. Indicó que lo primero era “evacuar a todas las personas de este lugar” y luego informar a los padres para que vayan a recoger a sus hijos.
El propietario de la casa niega “todas las denuncias de torturas” y abusos. “Lo único que estemos aquí es enseñar a la gente el Islam”, declaró. Añadió que “los encadenados son los más obstinados, que intentaron escapar” y que “los que no intentan escapar no están encadenados”.