El aumento de los repuntes preocupa, más por el agravamiento de la situación a causa de la transmisión comunitaria. Lo que empezó siendo brotes entre temporeros en empresas hortofrutícolas del Segrià, se ha convertido en transmisión entre Comunidades Autónomas.
La incidencia está por encima de los cien casos por millón de habitantes en provincias como Lleida, Huesca y Zaragoza. Esa transmisión comunitaria podría estar produciéndose en mayor medida entre Aragón y Cataluña.
La Generalitat catalana ha impuesto restricciones sociales e incluso de movilidad. Igualmente, después de recibir fuertes críticas por falta de previsión, ha reforzado el sistema de detección y rastreo, incorporando a cerca de 500 administrativos. Servirán como refuerzo a la atención primaria y vigilancia epidemiológica.
En la zona centro de la Península se mantienen muy vigilantes en Castilla y León, donde preocupan los repuntes en Soria y Segovia. Desde el pasado sábado es obligatorio el uso de mascarillas.
Entretanto, en Castilla-La Mancha, rebrota el virus, sobre todo, en Ciudad Real y empiezan a aparecer casos en Guadalajara y Toledo. La mascarilla es obligatoria desde el pasado miércoles. El Gobierno manchego ha impuesto a los locales de ocio nocturno el registro de los números de teléfono de sus usuarios. De este modo, se facilita el rastreo.
Por su lado, en Madrid todo es un misterio. Según los datos que aporta, apenas hay un pequeño repunte del coronavirus, con una incidencia muy lejos de la de Barcelona o Zaragoza. Solo Canarias y esta comunidad no obligan al uso de mascarilla en los espacios públicos.
Hay que evitar a toda costa la transmisión comunitaria
También preocupan los repuntes en Galicia y País Vasco. El Gobierno de esta última región afirma que tiene controlados los principales brotes, con especial observación en el de Eibar. Se mantienen especialmente vigilantes de los posibles brotes en reuniones, fiestas, bares y restaurantes.
Por lo que respecta a Galicia, a partir de este lunes todo aquel que llegue a la región y haya estado en zonas de alta incidencia deberá informar de su domicilio a la Xunta. De este modo, se persigue facilitar el rastreo en caso de contagio por transmisión comunitaria.
En cuanto a Asturias y Cantabria, la situación es de calma. Mientras tanto, en Andalucía preocupa un brote de 61 positivos después de un funeral con asistencia masiva en Santa Fe, Granada. Hay que recordar que desde el día 15 es obligatoria la mascarilla y en los velatorios sólo se permiten 25 personas.
Por su parte, en la Comunidad Valenciana se han establecido limitaciones al ocio nocturno. Desde hace una semana es obligatoria la mascarilla. Preocupa especialmente el rastro del virus en los análisis de las aguas residuales de Valencia. Esta región cuenta con 1.008 rastreadores.
Mientras que Joan Ribó, alcalde de la capital valenciana, pide la restricción de las actividades en bares y discotecas, la Generalitat se resiste a hacerlo. Es quien tiene las competencias. Con todo, Mónica Oltra, la vicepresidente de esta comunidad, admite que las restricciones tendrán que ir endureciéndose.