Se “conjuran” para mantener la unidad hasta que haya sentencia del procés.
Quim Torra y Pere Aragonès, presidente y vicepresidente de la Generalitat, respectivamente, comparecieron ayer en rueda de prensa conjunta para informar que los dos partidos que conforman el Govern se comprometen a mantener la unidad hasta que salga la sentencia sobre el procés.
Ambos han coincidido en hacer responsable a la justicia española, y en especial al Tribunal Supremo, por la crisis política que ha atravesado estos días el Gobierno catalán debido la falta de acuerdo sobre los seis diputados suspendidos por el juez Pablo Llarena. También confirman el ultimátum al Gobierno.
En una declaración calculada ambos dirigentes han asegurado que el pacto tendrá vigencia, por lo menos, hasta que sea pública la sentencia contra los líderes independentistas acusados de rebelión. Con ello, han dejado ver que la legislatura en Cataluña está condicionada por lo que suceda en ese juicio.
También han coincidido en la amenaza a Pedro Sánchez de que no continuarán apoyando al Ejecutivo si no se presenta una propuesta que reconozca el derecho de autodeterminación y la región. “Hemos puesto fecha de caducidad al Gobierno de Pedro Sánchez”, ha dicho Torra.
En un tono algo más sosegado, Aragonès ha señalado que “es evidente que es muy difícil dar estabilidad al Gobierno de España si hay continuidad en los procedimientos penales iniciados con Mariano Rajoy y rechazando el derecho a la autodeterminación”.
Con su agresivo tono ya habitual, el president ha criticado a las instituciones del Estado que “no quitan el pie del pedal de la represión” y ha insistido en que no aceptará “ninguna intromisión de un juez en la soberanía del Parlament”. Así, recordó que la Cámara catalana no había aceptado la suspensión de los seis diputados acordada en la resolución del juez Llarena, aunque no ha mencionado que Junts per Catalunya y Esquerra Republicana se comprometieron a “designar” un diputado para ejercer los derechos políticos de los afectados.
En cumplimiento de ese acuerdo, Oriol Junqueras y Raül Romeva hicieron sus designaciones, pero Carles Puigdemont, Jordi Sànchez, Jordi Turull y Josep Rull se han negado a ello, y de ahí el desencuentro entre las dos formaciones el pasado jueves que desencadenó la suspensión del Pleno en el que se llevaba a cabo el Debate de Política General. Torra tampoco hizo autocrítica por la arenga a los CDR a “apretar” en el primer aniversario del referéndum ilegal.
Estos separatistas están totalmente obcecados con la idea de que Cataluña sea una República y quieren saltarse las leyes y la Constitución. Pero,¿cuando se darán cuenta que en lugar de culpar al Estado y a la Justicia de lo que ocurre en Cataluña son ellos los culpables, son ellos los golpistas? Este Torra está totalmente ido, su caso es para que entre en los anales de la psiquiatría.