Torra se rebela contra el Supremo y se niega a ser inhabilitado

El Tribunal Supremo decidirá en poco más de dos semanas acerca de la inhabilitación en firme de Quim Torra, presidente de la Generalitat. Ante ese escenario, el president se plantea la desobediencia y tensar más la situación política en Cataluña.

A la vez de esa amenaza, exige a los independentistas no investir a candidato alternativo alguno. “He desobedecido dos veces. No creo que sea la última vez que lo haga. A mí no me marca el calendario la decisión de un tribunal español”, aseguró en TV3.

Asimismo, lanza un mensaje a Pere Aragonès (ERC), su vicepresidente, a JxCat y al mismo Carles Puigdemont. “No se entendería que algún partido independentista presentara otro candidato”, señaló.

Entretanto, desde Waterloo, el ex president plantea que uno de sus diputados sustituya a Torra, inhabilitado, y evitar, así, que Aragonès ocupe la Presidencia interinamente. Con esa maniobra, obligaría a los republicanos a retratarse.

Si no lo hacen, conseguirían munición más que sobrada para calificar a los de Oriol Junqueras de cómplices de la Justicia española. Si lo hicieran, el prófugo dispondría de un nuevo títere para sus pretensiones. Además, alargaría el plazo, dándole tiempo a diseñar una candidatura que cambie el sentido de las encuestas, hoy desfavorable.

Torra planea enrocarse en el Palau de la Generalitat

Con el anuncio de la convocatoria de elecciones hecha, en cambio sigue sin desvelar, ni siquiera, una fecha aproximada. Aquí es donde juegan los plazos. Si entre sus planes está enrocarse en el Palau, como muestra de su resistencia, podría terminar firmando la convocatoria electoral cuando el Supremo dicte sentencia.

Como decimos, los plazos juegan un papel importante. Desde que se convoquen las elecciones, deben pasar 54 días para la celebración de los comicios. Así las cosas, estos serían entre noviembre y diciembre. Claro que eso depende de cuando el alto tribunal declare en firme la inhabilitación de Torra.

A su vez, si se intentara investir a un candidato, los plazos se alargarían. Inhabilitado el president, Aragonès asumiría el cargo y se arrancaría un plazo de 10 días para presentar un candidato.

Lo previsible es que no lograra la investidura ya que ni ERC ni la CUP lo apoyarían. Ante eso, se abriría un nuevo plazo de dos meses para investir a un nuevo jefe del Govern.

Si en ese periodo no hay nuevo president “la legislatura queda disuelta automáticamente y el presidente en funciones  convoca elecciones de forma inmediata”. Así lo establece la Ley de Presidencia. Por tanto, las elecciones anticipadas se celebrarían entre 40 y 60 días después de la convocatoria.