Torra estaba en la nave donde se escondían diez millones de papeletas

Torra estaba en la nave donde se escondían diez millones de papeletas

Así lo ha declarado un guardia civil en el juicio al procés que se sigue en el Tribunal Supremo.
En la sesión de ayer en el Alto Tribunal, un brigada del Instituto Armado situó a Quim Torra, presidente de la Generalitat, en los alrededores de una nave en Bigues i Riells, Barcelona, donde se almacenaban alrededor de diez millones de papeletas días antes a su intervención el 20 de septiembre de 2017. Al testigo no se le enfocaba la cara para evitar la difusión de su imagen.

El agente estuvo vigilando la zona en los días previos al registro de la nave y, junto con otros miembros del Cuerpo, vio que distintas personas entraban en ella. Identificó a Torra, diputados de Tarragona y a Francesc Sutrías y Mercedes Martínez Martos, responsables de Patrimonio y de Proyectos Organizativos y Territoriales de la Vicepresidencia, respectivamente.

El 20 de septiembre, la nave fue registrada por orden del Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona, que investiga la organización y preparación del referéndum ilegal del 1 de octubre. Allí encontraron alrededor de diez millones de papeletas y 6.000 sobres para la consulta y Paul Furriol, el dueño, fue uno de los detenidos ese día.

A preguntas del fiscal Fidel Cadena, el brigada relató las “tres horas” que tardó su equipo en salir de la nave porque centenares de personas se concentraron para bloquear las calles e impedir que se llevaran el material. Según su declaración, el registro se inició a las 9:00 de la mañana y se llevó a cabo con normalidad, si bien empezaron a sospechar que podría haber problemas para salir, cuando fueron informados de que llegaban manifestantes con “carteles a favor del referéndum” y vociferando “votaremos” o “dadnos las papeletas”. Manifestó que la cantidad de personas que allí se congregó aumentó hasta las “200 ó 300” y, entre ellas, había una que daba consignas para evitar que los furgones policiales salieran.

La operación terminó alrededor de las 14:00 y los ocho furgones “cargados hasta arriba” con las papeletas y los sobres encontraron obstáculos para salir de la zona cuando superaron los cordones policiales. En, al menos, tres ocasiones, contó el guardia civil, los manifestantes interrumpieron su paso con sentadas, así como “lanzando latas de Coca-Cola o botellas de plástico llenas”, dando golpes a los vehículos o abalanzándose sobre ellos. “El ambiente era hostil”, destacó. Tal fue el caso que dos personas, “de unos 60 años” participaron en los hechos y un joven “simuló un atropello”.

El brigada de la Benemérita continuó relatando que los vehículos en los que iba el letrado de la Administración de Justicia que intervino en el registro y el del letrado de oficio designado para el dueño de la nave también tuvieron dificultades para abandonar el lugar. Incluso, el secretario judicial pidió algo para taparse la cara de forma que no le identificasen y el abogado tuvo que decir quién era para poder salir.

Respecto a la actuación de los Mossos d’Esquadra, el brigada relató que “a mitad de mañana” tres policías autonómicos de paisano se acercaron para preguntar por lo sucedido y si precisaban ayuda. Dijeron que no, hasta que al mediodía comenzaron los incidentes, momento en el cual solicitaron auxilio. Alrededor de las 16:00, una patrulla de los Mossos llegó al lugar, consiguiendo que el instigador desistiera de su actitud y abriera “un pasillo” para que los furgones comenzaran a circular.

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