Todos los obispos chilenos presentan al Papa su renuncia por los escándalos de abusos sexuales

Se reunieron con el papa Francisco durante tres días en el Vaticano.
Tras los graves errores y las omisiones en la gestión de los casos de abusos, en especial el de Juan Barros, 34 obispos de Chile fueron reunidos del 15 al 17 de mayo en el Vaticano para encontrarse con el papa Francisco. El de Barros es especial porque, acusado de encubrir al sacerdote Fernando Karadima, suspendido de por vida atrás haber sido declarado culpable en 2011 de abusos sexuales a menores en la década de los 80 y 90, el papa le defendió en su viaje en enero, pero ordenó una investigación a resultas de la cual el pontífice tuvo que rectificar porque había sido mal informado, pidiendo perdón a las víctimas. “A la luz de estos acontecimientos dolorosos respecto a los abusos de menores, de poder y de conciencia, hemos profundizado en la gravedad de los mismos así como en las trágicas consecuencias que han tenido particularmente para las víctimas admitió Francisco.
El sumo pontífice de la Iglesia Católica había anunciado que tomaría medidas, algo que se vio reflejado en la carta entregada a los 34 obispos a los que convocó, medidas “a corto, mediano y largo plazo” contra la jerarquía eclesiástica responsable de encubrir durante décadas “abusos sexuales y de poder” a menores de edad. “Les agradezco la plena disponibilidad que cada uno ha manifestado para adherir y colaborar en todos aquellos cambios y resoluciones que tendremos que implementar”. Como resultado de esa reunión con el papa todos los obispos chilenos presentaron su renuncia.