Todas las encuestas pueden estar equivocadas

Todas las encuestas pueden estar equivocadas

Solo de un modo se puede explicar el porqué las encuestas pueden equivocarse tan a menudo en sus pronósticos electorales: que los partidos encargan un sondeo para poder manejar los resultados y, de paso, subir la autoestima.

Antes, sí eran un termómetro más o menos fiable de las realidades, pero de un tiempo a esta parte, en un mismo escenario, tiempo, modelo e incluso universo de muestra, los datos son completamente dispares. Esto no ayuda a los políticos ni a los ciudadanos.

Según qué medio lo haya encargado o qué partido, habremos visto muy distantes entre sí. Y, además, también influye decisivamente cómo se hayan cocinado los datos obtenidos.

El caso más flagrante de un fallo demoscópico se dio en las elecciones de junio de 2016, cuando se anunció a bombo y platillo el sorpasso de Podemos al PSOE. No solo no lo hubo, sino que los socialistas sacaron 14 escaños más que la formación morada y el PP ganó con más diferencia de la esperada.

Entonces, las empresas de sondeos sufrieron las consecuencias y tuvieron que rehacer sus modelos desde cero. Ahora, casi todas las encuestas muestran resultados más o menos homogéneos, diputado arriba, diputado abajo, y abren las horquillas mucho más. Solo el CIS va a su aire.

Pero los sondeos electorales no solo fallaron entonces y luego en España. También se estrellaron en las presidenciales estadounidenses de 2016, cuando Hillary Clinton, candidata demócrata, ganó en ellas, pero perdió en las urnas frente a Donald Trump, actual presidente de Estados Unidos.

En Israel también se equivocaron cuando todo apuntaba a que el Likud de Benjamin Netanyahu caería hasta el punto de que el primer ministro israelí no revalidaría su cargo. Empate técnico pronosticaron. Likud obtuvo 30 escaños frente a los 24 de los laboristas y ahí sigue Netanyahu.

Con el Brexit también se estrellaron, aunque menos. Pronosticaban, pocos días antes del 24 de junio de 2016, la victoria, ajustada, del “no” a salir del bloque comunitario con un 49% frente a un 47% a favor del divorcio. Al final, el 52% de los votantes eligieron la puerta de salida.

En Colombia, 60.000 votos inclinaron la balanza a rechazar el acuerdo de paz alcanzado por el Gobierno con las FARC. Todo señalaba a una aplastante victoria del “sí”, pero, contra pronóstico, el 50,23% de los votantes lo rechazó frente al 49,76%.

1 thoughts on “Todas las encuestas pueden estar equivocadas”

  1. Y en Andalucía las encuestas se equivocaron porque los escaños de las tres derechas hicieron que Susana Díaz ,a la que se daba como vencedora de las elecciones y habiéndolas ganado, tuviera que abandonar la Presidencia de la Junta de Andalucía. Esperemos que a nivel nacional no se produzca lo que ocurrió en Andalucía. A nivel nacional los pronósticos están muy equilibrados entre la derecha y la izquierda, no se prevén sorpresas. Ya no existe el bipartidismo y la dispersión de votos está muy repartido entre todos los partidos que concurren a las elecciones. Lo que no debe producirse es un nuevo bloqueo para la formación de Gobierno que de estabilidad al país. España tiene que enfrentarse a muchos retos y necesita un Gobierno de inmediato. Estoy de acuerdo con Pedro que si no hay consenso, sea la lista más votada la que Gobierne.

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