Ascienden a más de 3.600 las víctimas mortales a consecuencia del terremoto en Turquía y Siria de magnitud 7,8 en la escala de Richter ocurrido este lunes. Así lo han notificado las autoridades de ambos países.
En concreto, el seísmo se ha registrado en el sur del país, cerca de la frontera con Siria. Su epicentro se encontraba en el distrito de Pazarcik en la provincia de Kahramanmaras.
Omer Faruk Coskun, gobernador de dicha provincia, ha destacado que “no es posible dar un número exacto de muertos y heridos en estos momentos”. “los daños son muy graves”, ha añadido.
Asimismo, Fuad Oktay, vicepresidente turco, ha señalado que, al menos, 2.316 personas han muerto y más de 13.200 han resultado heridas, al cierre de estas líneas.
Los datos corresponden a la última actualización de daños en diez provincias, informa la agencia estatal turca de noticias Anatolia.
A su vez, Hayrettin Gungor, alcalde de Kahramanmaras, ha admitido que la situación es un “desastre”. Las autoridades “están sobre el terreno con todas sus capacidades”, agregó.
“Nuestra petición a los ciudadanos es que no se agolpen y no alteren el tráfico. Necesitamos ayudar a los equipos” de búsqueda y rescate, indicó.
Por su lado, Suleyman Soylu, ministro del Interior, ha anunciado en rueda de prensa que el Gobierno turco ha decretado el máximo nivel de alarma.
Esto incluye solicitar ayuda internacional y el envío de numerosos equipos de búsqueda y rescate.
Al tiempo, Recep Tayyip Erdogan, presidente turco, ha trasladado sus “mejores deseos” a todos los ciudadanos “afectados por el terremoto” en Turquía. Un seísmo que “se ha sentido en muchas partes” del país.
“También coordinamos las obras iniciadas después del terremoto. Esperamos superar este desastre juntos lo antes posible y con el menor daño posible, y continuamos con nuestro trabajo” ha escrito en Twitter.
El terremoto en Turquía también ha afectado a Siria
Por otra parte, el Ministerio de Sanidad sirio ha informado de que alrededor de 650 personas han muerto en las zonas de Siria afectadas.
Además, que otras 1.400 han resultado heridas y que la mayoría las víctimas se encontraban en las provincias de Latakia, Alepo, Hama y Tartus.
Por ello, el Ministerio de Defensa del país ha movilizado a todas sus unidades e instituciones para brindar ayuda a los damnificados.
Asimismo, Bashar al Assad, presidente de Siria, ha convocado una reunión de emergencia del Gobierno para evaluar la situación.
A estas muertes hay que añadir los más de 700 muertos y unos 2.000 heridos en las zonas que controlan los rebeldes en Alepo e Idlib.
Así lo ha precisado a la agencia alemana DPA Basel Termanini, presidente de la Sociedad Médica Sirio Americana. Esta organización cubre casi 50% de la atención sanitaria en dichas áreas del país.