En una entrevista en RNE, Teresa Ribera, ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha admitido que le gustaría “trabajar de otro modo” con Unidas Podemos, evitando el “excesivo ruido” generado en ocasiones por las discrepancias de los dos socios del Gobierno de coalición.
Así, la también vicepresidente cuarta del Ejecutivo es “partidaria de trabajar juntos, en equipo, en la misma habitación explicando las diferencias”.
Ese sentido, defendió ponerse “de acuerdo, siendo discretos y no trasladando a la gente la sensación de incomodidad”. Sostuvo que comprende la posición de la formación que lidera Pablo Iglesias ya que son dos partidos que vienen de “culturas políticas muy diferentes”.
Para Teresa Ribera, Podemos actúa así porque se siente más cómodo
Teresa Ribera señaló que “estando muy de acuerdo en las cuestiones más importantes” del acuerdo de gobierno, los modos en que Podemos resuelve diferencias parece que es “el mecanismo” con el que la formación morada se encuentra más cómoda.
A lo largo del año que lleva el primer Gobierno de coalición de la democracia moderna en España se han sucedido no pocas disputas. Las últimas, por la subida del precio de la electricidad y la exigencia de podemos que investigar a Juan Carlos I en el Congreso.
La Mesa de la Cámara Baja volvió a rechazar la posibilidad de crear una comisión de investigación por las actividades del rey emérito. El PSOE votó en contra de ello, junto al PP y Vox.
Antes, también sobre otros asuntos, como la derogación de la reforma laboral, la política de vivienda o la subida del Salario Mínimo Interprofesional.
Con todo, ambos partidos quitan importancia a estas discusiones internas alegando que en todo Ejecutivo, incluso monocolor, hay diferencias. No obstante, el sector socialista del Gobierno es el que más ha manifestado su malestar por la práctica del sector morado de airear sus discrepancias. Un intento, según los socialistas, un modo de presionar, tratando, a su vez, de lograr más visibilidad.
Me parece una vergüenza las posiciones del PSOE en aspectos como la defensa a ultranza de un corrupto como Juan Carlos I, la negativa a derogar la reforma laboral o a crear una empresa nacional eléctrica. Son cosas que no esperaba de Pedro Sánchez