En el Gobierno creen que el Tribunal Constitucional (TC) acordó la suspensión del debate y votación en el Senado de las enmiendas que le afectan se acordó sin base jurídica.
De hecho, a su juicio, están buscando una justificación sobre la que apoyar esa decisión sin precedentes en toda la historia de la Corte de garantías.
Así lo han indicado fuentes del Ejecutivo, que piensan que el movimiento del TC fue muy descarado. Sostienen que todavía no tienen los argumentos que expliquen el fallo del Constitucional.
Asimismo, las mismas fuentes estiman que el PP ha ido demasiado lejos y se ha puesto en evidencia. Además, consideran su estrategia como un error.
Al tiempo, afirman que el recurso de amparo es una irresponsabilidad e, incluso, desfavorable para los populares.
Entienden que es un error poner en cuestión la legitimidad de las Cortes. Aunque hayan cosechado una “pequeña victoria” en el Constitucional, no tiene base jurídica alguna.
Señalan, igualmente, que, pese a ello, la ley que está impulsando el Ejecutivo saldrá adelante.
Por tanto, consideran que, finalmente, la estrategia del PP no les saldrá bien. Explican que lo que quedará es el bloqueo a la Justicia que han llevado ejerciendo y su influencia en los órganos judiciales.
En cuanto a la proposición de ley que el PSOE presentará junto a sus socios parlamentarios, desde Moncloa piden que dejen trabajar a los grupos. Asimismo, que no se coarte la iniciativa parlamentaria.
Precisamente, ese proyecto de ley recoge el espíritu de las enmiendas que el TC ha bloqueado.
Y es que, en definitiva, no se trata más que de un defecto de forma que lleva empleándose desde hace años.
Se trata de ‘colar’ una reforma de una ley mediante enmiendas en proyectos de ley que nada tienen que ver. De hecho, el PP ha utilizado esta artimaña en no pocas ocasiones.
¡Fuera de la Judicatura los jueces corruptos y elección directa de dichos jueces por todo el pueblo!