Del mismo modo que la inflación de Estados Unidos se ha disparado en mayo, la inflación española también lo ha hecho, al situarse el IPC en el 2,7% en tasa interanual. Y es que se está disparando en todo el mundo.
Así, el Índice de Precios de Consumo (IPC) subió en el quinto mes del año, respecto al anterior, un 0,5%. De esta forma, sitúa la tasa interanual cinco décimas por encima del 2,2% de abril, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).
El organismo estadístico confirma, además, los datos de la inflación española que avanzó a finales del mes pasado.
De este modo, el IPC anual encadena cinco subidas consecutivas, haciendo que la inflación escale a niveles de hace cuatro años. Tal es así que no se alcanzaba una tasa de IPC tan elevada desde febrero de 2017. Entonces se situó en el 3%.
Detrás de esas alzas se encuentra el encarecimiento de los carburantes para vehículos, los coches, los aceites y grasas y el gasóleo de calefacción.
Asimismo, el comportamiento de los paquetes turísticos y el pescado y el marisco, que bajaron. Sus precios cayeron tanto en mayo de 2020 como en el mismo mes de 2021.
Así las cosas, el grupo de transporte incrementó su tasa interanual en dos puntos durante el quinto mes del año. Se elevó hasta el 9,4% debido al aumento de los precios de los carburantes y de los automóviles.
Por su lado, el grupo de ocio y cultura elevó su tasa en casi un 1,5%, hasta el 0,2%. Detrás de ello, los paquetes turísticos. Al tiempo, los alimentos incrementaron su tasa interanual en cinco décimas, hasta situarse en el 0,8%.
Además, el grupo de vivienda aumentó su tasa en cuatro décimas, hasta situarla en el 10,4% debido al encarecimiento del gasóleo de calefacción.
Por último, y en sentido contrario, el grupo de hoteles, cafés y restaurantes contrajeron su tasa interanual una décima. Al cerrar mayo, se situó en el -0,6% por el menor incremento de los precios de los servicios de alojamiento, comparando con mayo de 2020.