Los talibán aseguran que el acuerdo de paz con Estados Unidos será duradero y firme

Los talibán aseguran que el acuerdo de paz con Estados Unidos será duradero y firme

Sirajudín Haqqani, ‘número dos’ de los talibán, ha subrayado en The New York Times, por medio de un artículo de opinión, que los insurgentes “están totalmente comprometidos” con el cumplimiento estricto del acuerdo de paz que firmarán de modo inminente con Estados Unidos.

En el artículo que Haqqani ha titulado Lo que nosotros, los talibán, queremos, asegura que “lograr el potencial del acuerdo, garantizar su éxito y una paz duradera, dependerá de un respeto igualmente escrupuloso de sus compromisos por parte de Estados Unidos”.

De este modo, confirma que “pronto” se “celebrará este acuerdo histórico” y añade que “una vez se cumpla, los afganos verán la salida de todas las tropas extranjeras del país”, a la vez que señala que los talibán “se unirán a todos los hermanos y hermanas afganas para empezar a avanzar hacia una paz duradera y sentar las bases de un nuevo Afganistán”.

El ‘número dos’ de los talibán que también es líder del grupo terrorista Red Haqqani, admite que, aunque “se ha creado un grado de confianza a través de las conversaciones con los negociadores estadounidenses”, los talibán “están muy lejos de confiar totalmente” en Estados Unidos, “al igual que Estados Unidos no confía totalmente” en el grupo.

Haqqani resalta que al comienzo del proceso de contactos “la confianza de que las conversaciones fueran a dar resultados era cercana a cero”, antes de indicar que los insurgentes “no confiaban en las intenciones de Estados Unidos tras 18 años de guerra y varios intentos previos de conversaciones que resultaron vanos”.

“Decidimos intentarlo una vez más. La larga guerra ha supuesto un coste terrible para todos. Consideramos que no era inteligente rechazar cualquier oportunidad potencial para la paz, sin importar cómo de escasas fueran las probabilidades de éxito”, apunta.

Los talibán «no eligieron la guerra», dice Haqqani

En este aspecto, añade que “desde hace más de cuatro décadas, se han perdido vidas afganas a diario” y que “todo el mundo ha perdido a un ser querido”. “Todo el mundo está cansado de la guerra. Estoy convencido de que la muerte y las mutilaciones deben terminar”, argumenta.

Haqqani subraya que los talibán “no eligieron la guerra con la coalición extranjera encabezada por Estados Unidos” y hace hincapié en que “la retirada de las fuerzas extranjeras ha sido la primera y principal demanda” que buscaban los insurgentes.

“Hoy estamos a las puertas de un acuerdo de paz con Estados Unidos, lo que no es un hito pequeño”, afirma, a la vez que puntualiza que la delegación de los talibán “ha trabajado incansablemente” con el fin de alcanzar un pacto.

“Nos mantuvimos en las conversaciones a pesar de la inquietud y malestar en nuestros rangos por la intensificación de la campaña de bombardeos contra nuestras aldeas por parte de Estados Unidos y los cambios en las demandas y objetivos por parte de los estadounidenses”, subraya.

Por ese motivo, insiste en que “ningún acuerdo de paz (…) llega sin compromisos”. “Que hayamos mantenido estas turbulentas conversaciones con el enemigo al que hemos combatido amargamente durante dos décadas, incluso cuando llovía muerte desde los cielos, es prueba de nuestro compromiso con el fin de las hostilidades y con lograr la paz en el país”, añade.

El ‘número dos’ de los talibán admite en el escrito que hay “preocupaciones y preguntas” respecto al futuro de Afganistán después de que se hayan retirado las tropas de Estados Unidos. Preguntas acerca del tipo de gobierno, de los derechos civiles que existan y el papel que lo talibán asuman en este escenario.

La respuesta a las preocupaciones dependerá del consenso

“Mi respuesta a esas preocupaciones es que dependerá de un consenso entre los afganos”, asegura Haqqani, defendiendo que será imprescindible “un proceso de discusiones y deliberaciones libres por primera vez de la dominación e interferencia extranjera”.

“Estamos comprometidos a trabajar con otras partes de forma consultiva y con un respeto auténtico para acordar un nuevo e inclusivo sistema político en el que la voz de todos los afganos se vea reflejada y donde ningún afgano se sienta excluido”, señala.

De este modo, considera que “libres de la dominación e interferencia extranjera”, los afganos podrán “encontrar un camino para construir un sistema islámico en el que todos los afganos tengan los mismos derechos, donde los derechos de las mujeres garantizados por el islam (…) sean protegidos y donde el mérito sea la base para la igualdad de oportunidades”.

Entre 1996 y 2001, debido a la aplicación de la ley islámica por parte del régimen de los talibán, los derechos fundamentales de los ciudadanos fueron duramente restringidos, principalmente los de las mujeres.

“Somos también conscientes de las preocupaciones sobre el potencial de que Afganistán sea usado por grupos perturbadores para amenazar la seguridad regional y mundial, pero esas preocupaciones están sobredimensionadas”, señala.

De este modo, indica que las informaciones acerca de estos grupos “son exageraciones motivadas políticamente”, añadiendo que “no va en interés de ningún afgano permitir que estos grupos secuestren el país y lo conviertan en un campo de batalla”.

“Tomaremos medidas en colaboración con otros afganos para asegurarnos de que el nuevo Afganistán es un bastión de estabilidad y que nadie se siente amenazado en nuestro territorio”, se compromete.

Habrá inmensos desafíos

El ‘número dos’ de los talibán indica que hay “inmensos desafíos” internamente para cuando comience el proceso de transición, por lo que reclama “trabajar de forma dura y sincera para definir un futuro común”. “Confío en que esto es posible”, señala.

“Si podemos lograr un acuerdo con el enemigo extranjero, debemos ser capaces de resolver los desacuerdos internos a través de las conversaciones”, sostiene.

Puntualiza también que otro “desafío” consistirá en que la comunidad internacional tenga una “actitud positiva” durante todo el proceso de transición, puntualizando que ese apoyo “será crucial para estabilizar y desarrollar Afganistán”.

“Estamos preparados para trabajar a partir del respeto mutuo con nuestros socios internacionales en la construcción de paz a largo plazo y la reconstrucción”, manifiesta.

“Una vez Estados Unidos retire sus tropas, puede jugar un papel constructivo en el desarrollo tras la guerra y la reconstrucción de Afganistán”, dice, a la vez que reconoce que es importante tener “relaciones amistosas” con otros países.

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