Tabla rasa fiscal para todas las confesiones, pero mal

Tabla rasa fiscal para todas las confesiones, pero mal

Este miércoles, el Congreso aprueba una enmienda del PSOE por la que todas las confesiones religiosas quedarán equiparadas ante el Fisco. Bueno, sólo las que han suscrito un acuerdo.

Hasta ahí todo sonaría bien si no fuera porque es justo lo contrario de lo que cabría esperarse de los socialistas, al menos en parte.

Y es que, una vez aprobada la enmienda propuesta por el PSOE, y plasmada la modificación en la Ley de Mecenazgo, las confesiones religiosas que han llegado a un acuerdo con el Gobierno disfrutarán de los mismos beneficios fiscales que, por ejemplo, la Iglesia Católica.

En concreto, la Iglesia Ortodoxa, la Unión Budista, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días –mormones– y los Testigos de Jehová.

De este modo, disfrutarán de los mismos beneficios que la Iglesia Católica, la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas, la Federación de Comunidades Israelitas y la Comisión Islámica.

Igualmente, que las entidades sin ánimo de lucro, como son las ONG y fundaciones, y otras confesiones religiosas con acuerdos con el Estado.

Desde el punto de vista de la igualdad, parece lógico que sea así puesto que España es constitucionalmente aconfesional.

En cambio, desde el punto de vista ideológico es una aberración de desigualdad para los que no comulgan, o no comulgamos, con religión alguna.

De un modo u otro, todos los ciudadanos quedamos agraviados y en cierta forma pagamos los impuestos que estas entidades no van a pagar. Y eso que no nos juntamos con ellas.

Si los aconfesionales o directamente ateos pagan sus impuestos, no existe ni constitucional ni lógicamente razón alguna para que las iglesias no paguen tributos.

En sociedades avanzadas, las confesiones religiosas pagan impuestos

Si se quieren sostener económicamente, que sean sus fieles quienes cubran sus necesidades. Es lo que hacen otras sociedades avanzadas en esta materia. Así nos luce el pelo.

Además, queda lejos de lo que Pedro Sánchez, jefe del Ejecutivo, defendía no hace mucho, como que la Iglesia Católica pague el IBI.

Porque en eso consiste la enmienda. Por tanto, entre otras, la exención del IBI para los bienes y dependencias o edificios y locales anejos destinados al culto.

También, los locales destinados a oficinas de las entidades religiosas, así como los centros que se emplean sólo para la formación de ministros de culto. Es decir, por ejemplo, los seminarios.

Además, la enmienda socialista reconoce la exención del Impuesto de Sociedades y el Impuesto de Actividades Económicas. Tampoco pagarán plusvalías.

A su vez, todas las confesiones que han suscrito el acuerdo disfrutarán de otros incentivos. Es el caso de las desgravaciones fiscales en el IRPF por los donativos, de forma que los fieles podrán desgravarse esas donaciones.

Para colmo, lo que no desaparece es la casilla de la Iglesia Católica en la declaración de la renta. Al menos, también permanece la de “otros fines sociales”.

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