En 500 millones de euros ha cifrado Josep Sánchez Llibre, presidente de Foment del Treball, las pérdidas por la suspensión del MWC. Unas pérdidas que afectan a la economía de Barcelona, Cataluña y el conjunto de España.
En declaraciones a los medios en Madrid, Sánchez Llibre ha señalado que “es una cantidad muy significativa que vamos a asumir los empresarios de la hostelería, la restauración, la movilidad y los que han participado en la construcción de las instalaciones”.
Como una “pésima noticia” ha considerado el hecho de la suspensión del MWC. Sin embargo, comprende la decisión tomada por GSMA, la organizadora del salón. El presidente de Foment del Treball explicó que una empresa sin clientes no es viable.
En ese sentido, indicó que el Mobile estaba sufriendo importantes bajas entre sus expositores por el temor al coronavirus. Por ello, resulta comprensible que los organizadores hayan decidido la suspensión del MWC. Ello pese a que no había motivo de salud alguno para la retirada de las marcas.
Con todo, Sánchez Llibre defendió pasar páginas y buscar nuevas oportunidades de futuro, a pesar de las pérdidas causada por el “virus maldito”.
A ese respecto, considera que “hay que buscar otra gran oportunidad para que el MWC no sólo se pueda realizar en 2021, sino negociar implementarlo más años en Barcelona”. “No ha dejado de ser un éxito en los años en los que se ha realizado”, añadió. De no haber sido por el virus, no habría habido ningún problema para que se celebrara, apuntó.
A su juicio fueron adecuadas las indicaciones que la Organización Mundial de la Salud dio. Igual, las aportadas por las autoridades sanitarias de las distintas administraciones españolas, que afirmaban que la situación estaba bajo control.
“Hay que tener conciencia de que se ha hecho lo que se tenía que hacer”, reiteró. “Todo esto estaba muy bien, pero cuando pierdes clientes o expositores…”, concluyó.