Desde que el pasado 15 de abril estallara el conflicto entre los dos bandos en Sudán, unos 100.000 sudaneses habrían huido al norte del país.
Es la migración interna que han causado los combates del Ejército de Sudán y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF).
Sobre todo, la población que escapa del conflicto se dirige a los países con los que Sudán comparte frontera. Es el caso de Egipto, al norte, pero también al oeste, como Chad.
Así lo recoge una ONG centroafricana en un informe que ha elaborado la organización del Secretariado General del Comité de TAKiA.
Según publica el portal centroafricano Corbeau News, caso todos los sudaneses que tratan de escapar de los combates se encuentran en Amdafock.
Se trata de una localidad que está dividida en dos por la frontera entre República Centroafricana y Sudán.
Además, está a unos 230 kilómetros al suroeste de una de las ciudades a las que más han afectado los combates: Nyala.
Así, la llegada de refugiados sudaneses a esta localidad se disparó en la semana pasada coincidiendo con los intentos de alto el fuego.
De hecho, sólo desde el pasado lunes al jueves de la semana pasada llegaron más de 63.000.
Por eso, Naciones Unidas teme que, si el conflicto se prolonga, unas 200.000 personas intenten salir de Sudán.
A su vez, a Chad, fronteriza con Darfur, otra de las zonas más afectadas, llegaron en una semana más de 20.000 desplazados.
Por su parte, ACNUR, la agencia de la ONU para los refugiados, ha empezado a prestar una primera asistencia. Duermen a la intemperie y sin mínimos accesos a servicios básicos.
Según esta organización, llegarán a Chad otros 100.000 refugiados, si continúa la tendencia actual. Se unirían a los más de 400.000 sudaneses que ya acoge el país.
Entretanto, la ONU busca un nuevo lugar donde habilitar otro campo de refugiados. Ya ha reubicado a las familias que llegaron en los últimos días.