Sostenibilidad del Estado del Bienestar

Por .José Martínez Olmos. Senador por Granada (PSOE)
Hacer sostenible el Estado de Bienestar contribuye a dar garantías de equidad y cohesión a la sociedad. Podría decirse que un país es fuerte y tiene futuro si dispone de unas pensiones públicas dignas, una educación y una sanidad públicas de calidad y equitativas o unos servicios sociales y de dependencia que atiendan las necesidades de los más desfavorecidos.
La cuestión más relevante en materia de políticas en torno al Estado de Bienestar es la que se refiere a su sostenibilidad ya que la misma está ligada a la manera en la que afrontemos tanto el importante envejecimiento poblacional como el impacto en la economía productiva por los cambios tecnológicos derivados de los avances en materia de nuevas tecnologías de la información o de avances científicos que amplían el espacio a la robótica y a la inteligencia artificial.
Por una parte, esos elementos afectan las perspectivas de desarrollo económico en función de la forma en la que una sociedad como la nuestra adopte medidas y reformas que favorezcan la competitividad de la economía protegiendo los derechos de los trabajadores en un nuevo modelo productivo. Por otra parte, porque estos avances tecnológicos también condicionan la respuesta del sistema de salud y del sistema de servicios sociales a las necesidades de los ciudadanos en esos ámbitos y el coste de sus servicios.
En materia de pensiones, las consecuencias del envejecimiento y de la evolución de la economía en la sostenibilidad del sistema público son más que evidentes. Y en materia de educación, la capacidad que tenga el sistema educativo para adaptarse para formar los perfiles profesionales necesarios en este nuevo escenario, es un elemento vital para la capacidad de hacer competitiva y desarrollada a nuestra sociedad y nuestra economía.
Todo ello, teniendo en cuenta que el enfoque esencial de un Estado de Bienestar es hacia la eliminación de las desigualdades sociales.
Este escenario hace imprescindible la aplicación de reformas estructurales que permitan afrontar con éxito el desafío que se nos presentan en los tiempos que vivimos.
En estos asuntos el Gobierno de Rajoy está de brazos cruzados. Ello supone una irresponsabilidad de serias consecuencias. Le correspondería liderar un proceso de reformas que implicara tanto a los grupos políticos como al resto de agentes sociales. Algo que no está haciendo.
En este contexto, cobra mayor importancia la responsabilidad que la oposición política tiene asignada en nuestro sistema democrático. Una responsabilidad de oposición constructiva que, en el caso del PSOE, es aún de mayor nivel puesto que el Estado de Bienestar es una conquista que surge y a la que se aspira desde la izquierda.
Por eso, es relevante y digno de aplauso que el PSOE inicie de inmediato un proceso de asambleas abiertas para debatir sobre la sostenibilidad del sistema público de pensiones y las reformas que son necesarias para asegurar el futuro del sistema. Iniciativa que debe continuar con reflexiones, medidas y reformas a adoptar para el resto de ámbitos del Estado de Bienestar.
Haciendo desde la izquierda el papel que la sociedad espera de nosotros, será más viable el objetivo de recuperar la confianza de la sociedad y volver al Gobierno de España en beneficio de la mayoría.

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