“Sobre la libertad de expresión”, por Nico Ferrando.

Nico Ferrando

Estamos viviendo un cambio de ciclo a nivel mundial por la pandemia del Covid-19. Nada volverá a ser como antes, por lo menos hasta no encontrar una vacuna que acabe fehacientemente con ella. Tendremos que establecer nuevos mecanismos de relación social que determinarán nuestro día a día y deberemos resignar algunas conductas de manera irremediable e inexorable. Lo superaremos juntos pero dolerá.

Enrique Riobóo con el alcalde de Madrid y el concejal de Latina de CS, Alberto Serrano.
Enrique Riobóo con el alcalde de Madrid y el concejal de Latina de CS, Alberto Serrano.

Por poner un ejemplo de la magnitud de la tragedia, quisiera compartir con los lectores una conversación que tuve con el periodista Enrique Riobóo, en la que me comentó que las previsiones del Ayuntamiento de Madrid, en boca del propio alcalde José Luis Martínez Almeida, son que en los próximos meses los servicios sociales municipales de la capital de España tendrán que asistir a más de 200.000 personas que no tendrán las necesidades de comida cubiertas. Una verdadera catástrofe.

Con un planeta, casi en su totalidad, confinado es acuciante y urgente buscar soluciones que provengan de la comunidad científica. Es algo que ha hecho, mal que les pese a algunos, este gobierno de coalición progresista encabezado por Pedro Sánchez, que tal  como dijo Pablo Casado, se parapeta en la ciencia. ¿En quién si no? ¿Dejamos la desescalada a los profesionales de crear bulos injustificados o  se lo confiamos a los nuevos cuasi-doctores que inundan las redes con sus soluciones populistas? No parece lo más lógico, Si a alguien tenemos que escuchar en esta tesitura es a los expertos científicos, a los mismos que gobiernos anteriores les mandaron un pasaje de ida a otros países por sus recortes, pero ese es otro tema del que, más adelante, habrá que hablar.

En este contexto, me parecen absolutamente fuera de lugar las afirmaciones retorcidas y poco elegantes de OK DIARIO sobre José Luis Pedreira Massa, un reputado psiquiatra con una gran experiencia en temas de infancia. Resulta paradójico que su director, Eduardo Inda, aparezca hoy con una foto amordazado defendiendo la libertad de expresión y critique a este veterano científico por, justamente, tener una opinión sobre diversos temas de actualidad, en los que además le ampara la razón.

OK DIARIO utiliza una concatenación de hechos medianamente ciertos para intentar desacreditar la figura de Pedreira, el asesor del gobierno en la desescalada de los niños, que tiene que, por supuesto, tener un tratamiento diferenciado.

Afirma, en primer lugar, que fue en las listas del PSOE. ¿Es acaso algo malo que un partido centenario incluya en sus listas a profesionales de cierto prestigio? Lo malo sería que uno de los dos partidos de gobierno de este país no se fijara en este tipo de perfiles.

Esboza, en segundo lugar, que Pedreira avala la gestión del Ejecutivo disculpando por ejemplo que «nuestros sistemas sanitarios no están diseñados ni funcionan para estas circunstancias de tensión» o el retraso en la compra del material sanitario. Como he dicho, esta pandemia ha sobrepasado a todas las administraciones públicas del mundo y la española no es la excepción. ¿No es mejor ser humildes y reconocer errores en esta situación de emergencia? Lo contrario sería pecar de soberbios.

Pedreira ha evidenciado, además, lo que opinamos muchos. De verdad, creo que a una inmensa mayoría les parecen reprobables los comportamientos insolidarios y mezquinos de los ex presidentes del gobierno del Partido Popular. Mientras España se confinaba, Aznar y su familia fueron a una segunda residencia, algo que se pidió, por activa y por pasiva, que no se hiciera. Mientras se solicita hasta la extenuación que nos quedemos en casa, Rajoy, como si nada sucediese, sale a correr. No es de recibo que dos cargos institucionales de esta magnitud tengan tan poco respeto por la ley. Lo ha dicho hasta Francisco Marhuenda, alguien que no es precisamente de izquierdas ni sospechoso de tener opiniones de cierre de filas con el actual ejecutivo.

¿Se puede desacreditar de esta forma tan burda a alguien por, precisamente, pensar y tener una opinión? Creo que no y por eso yo, por último, en mi libre ejercicio de expresar lo que considere, voy a decir que José Luis es además de buen profesional, brillante, tanto para hacerme de cambiar de opinión a mí.

Me explico con una anécdota: cuando edité un libro suyo, Escritos Políticos de un psiquiatra despistado, fuimos a presentarlo al Ateneo de Palencia y conversamos, durante el trayecto, de numerosos temas, entre ellos el de la gestación subrogada. Antes de discutir animadamente con él, era favorable a esta cuestión que suscita polémicas a nivel social por su complejidad. Debo decir que me convencieron sus argumentos científicos sobre matices que no había contemplado, como la vinculación de la madre con su hijo durante el embarazo, y con los datos contrastados que supo poner sobre la mesa, no tuve más remedio que reconocerle que le tendría que dar una vuelta a mi inicial postura.

Cada uno puede pensar y decir lo que quiera, este es un país libre pero entre José Luis Pedreira Massa, un científico con acreditada experiencia, y Eduardo Inda, un periodista que fabrica una importante cantidad de fakes news, no tengo ninguna duda. Y este gobierno, que se seguirá parapetando en la ciencia, tampoco.

1 thoughts on ““Sobre la libertad de expresión”, por Nico Ferrando.”

  1. Parece mentira que el tal Eduardo Inda, mentiroso compulsivo igual que la Maria, que cobran por ir a la Televisión puedan participar en programas de la 6, concretamente en el del sábado noche, que algunos amigos en cuanto aparecen estos caníbales de la información estamos dejando de ver por la cantidad de embustes.

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