Desde 2010 viajó a España en varias ocasiones.
Sergei Skripal, ex espía ruso, colaboraba con el Centro Nacional de Inteligencia, CNI, en España en la lucha contra la mafia rusa. Fue destinado por el GRU, la inteligencia militar rusa, a mediados de los 90 a Madrid, trabajando, encubierto, como agregado militar de la embajada rusa.
Fue entonces cuando le reclutó la inteligencia británica, desencadenando su arresto en 2004. En 2010 fue liberado gracias a un intercambio de espías con Estados Unidos y se trasladó a Reino Unido.
A partir de ahí se reunió en varias ocasiones con agentes del CNI en España, aunque no se ha desvelado qué asuntos se trataron ni cuándo se produjeron estos encuentros. Es información clasificada.
Aunque el alto cargo español que menciona el New York Times ha confirmado dichas reuniones, no se conocen más detalles, pero sí se sabe que fue muy útil en la lucha contra el crimen organizado ruso en nuestro país.
Según ha declarado el mencionado alto funcionario “desde el principio teníamos un gran problema. Ignorábamos el fenómeno ruso y su crimen organizado. No sabíamos cómo operaban”. Skripal ofreció “una idea más precisa de la realidad”.
Otro antiguo espía ruso que colaboró fue Alexander Litvinenko. En el curso de la investigación de su asesinato en 2010, el abogado de la familia desveló que Litvinenko trabajaba para los servicios de inteligencia españoles y que tenía planeado viajar España para entregar pruebas de posibles puntos de conexión entre el Kremlin y destacadas personas del crimen organizado ruso en España.