Más de 70 de los migrantes y refugiados rescatados por el barco de la ONG española Open Arms han saltado por la borda frente a las costas de Palermo.
La decisión de los migrantes se tomó por la falta de perspectiva de un permiso inminente, parte de las autoridades de Malta o Italia, para desembarcar.
El Open Arms está a la espera de puerto con 278 personas a bordo. Los 70 migrantes se han lanzado al agua después de las reiteradas “negativas de Malta y de Italia” a ofrecerles un puerto seguro, según ha publicado en Twitter el fundador de la ONG, Óscar Camps.
La voz de alarma, tras el salto, la escuchó por la organización sanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF), que envió su barco Sea Watch 4. También por la Guardia Costera Italiana, que rescató a los migrantes.
Camps ha lamentado que, “con casos médicos a bordo y un temporal a la vista”, la ONG se vea obligada a “mendigar” un puerto. Un puerto donde desembarcar a “víctimas de la violencia, que han puesto sus vidas en peligro intentando cruzar la frontera más mortífera del mundo”.
“Dado que sus Derechos Humanos ya han sido violentados en primera instancia, las autoridades deben velar por su integridad física y psíquica”, ha aseverado.
Se trata de una población en riesgo que sólo busca acceder a un derecho reconocido por los convenios internacionales, “los que algunos países pisotean”, denuncia.
El Open Arms buscaba un puerto para desembarcar a 278 migrantes rescatados en tres operaciones diferentes desde el pasado 8 de septiembre. Según un comunicado de la ONG española, la embarcación trasladó a 83 personas a bordo. Mientras esperaba el permiso para desembarcar, se realizaron otros dos rescates que sumaron 193 personas.
Más de 18.000 personas han perdido la vida en los cruces del Mediterráneo desde 2014. Son cifras tanto de ACNUR como de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de Naciones Unidas.