Este lunes arrancó la huelga de Atención Primaria en la Comunidad de Madrid convocada por el sindicato Amyts. 4.240 médicos de familia y 720 pediatras están llamados a un paro indefinido.
Denuncian la situación de sobrecarga de los profesionales sanitarios, con agendas sobresaturadas, teniendo que atender a entre 50 y 60 pacientes diarios.
Cabe recordar que la recomendación de los organismos del sector es que no se superen los 25 pacientes al día. Además, los tiempos de espera para una cita llegan hasta los 15 días para conseguir que el facultativo te atienda.
Así las cosas, la huelga de Atención Primaria arrancó después de que el viernes la Consejería de Sanidad madrileña y el comité de huelga no alcanzaran un acuerdo.
Y es que los médicos y pediatras de la región piden una reducción de la agenda para atender a un máximo de 31 pacientes diarios. Asimismo, poder dedicar a cada uno un mínimo de 10 minutos.
En el caso de los pediatras, un máximo de 21 pacientes y un tiempo mínimo de dedicación de 15 minutos.
De este modo, desde al comité de huelga lamentan que el Gobierno regional se limite a situar la negociación en la Mesa Sectorial.
Según dicen, “siempre nos dicen que hay que pasar por la Mesa Sectorial. Es verdad, pero lo que no se puede hacer es convertir la Mesa Sectorial en un parapeto detrás del que la Administración se esconda para no cumplir las cosas”.
Denuncian que llevan más de diez años “escuchando lo mismo” para la Atención Primaria.
Sus reivindicaciones suponen la contratación de, al menos, 1.200 profesionales.
Lo cierto es que la Comunidad de Madrid es la autonomía que menos invierte en Atención Primaria. La recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que debe invertirse un 25% del presupuesto.
Madrid invierte un 10%. Ni siquiera Andalucía, que es la que más invierte, llega al 18%. Con estos datos, es obvio que la situación de la Atención Primaria esté a punto de la desmembración.
Las malas condiciones de trabajo y los bajos salarios en una región cara hacen que los médicos residentes se marchen cuando acaban su residencia.
De hecho, de los 443 nuevos médicos de familia que acabaron su residencia, sólo 37 escogieron quedarse en Madrid. En el caso de los pediatras, de 155, sólo 6 optaron por permanecer en la región.