Apenas una semana después del secuestro en Nigeria de casi 300 niñas, un grupo de bandidos han raptado a alrededor de 60 menores y mujeres.
Los hechos sucedieron este jueves en la aldea de Tungar Baushe, en el área del Gobierno local de Maru, en el estado de Zamfara. Se trata del mismo donde secuestraron a esas casi 300 niñas el pasado 26 de febrero. Varios hombres atacaron una escuela comunitaria en Jangebe.
Por su lado, Bello Matawalle, gobernador de Zamfara, explicó que la localidad de Tungar Baushe sufrió un ataque el martes. Entonces corrió la información de que se acercaban a Ruwan Tofa. En esa otra localidad, lo vecinos se enfrentaron a los asaltantes, matando a varios milicianos.
Tras ello, regresaron a Tungar Baushe, donde se llevaron a decenas de personas. No obstante, “mientras hablamos, la mayoría de los secuestrados ha vuelto de forma segura a su aldea”, señaló sin más detalles.
Al tiempo que secuestraban a este grupo de niños y mujeres, se liberaba a ocho hombres también secuestrados, recoge el medio local Punch. Hasta ahora la Policía de este estado no se ha pronunciado. De hecho, no se puede precisar el número de menores y mujeres que se han llevado los secuestradores, aunque se calcula que han sido unas 60.
El secuestro y posterior liberación de esas 300 niñas mencionadas antes, sucedía también una semana después de otro incidente igual. En él, 42 personas (27 alumnos y 15 miembros del personal y sus familias) fueron raptadas en un ataque contra una escuela en Níger, al oeste.
A su vez, eso sucedía tres meses después del secuestro de cientos de alumnos en el estado de Katsina, al norte de Nigeria. En ambos casos, liberaron a las víctimas del rapto.
Son habituales los secuestros de menores en el país africano, donde pugnan por prevalecer varias guerrillas y grupos terroristas. En abril de 2014 Boko Haram, vinculado a Estado Islámico, secuestró a 276 niñas en un colegio de Chibok, en el estado de Borno.
Todavía permanecen en paradero desconocido 112 de ellas. Otras 164 fueron liberadas. Aquel suceso provocó una ola de condenas a nivel nacional e internacional.
Asimismo, llevó a la creación del movimiento #BringBackOurGirls, que se mantiene todavía y presta apoyo a las familias de las víctimas.