El resultado de la prueba de drogas a la que se sometió la semana pasada Sanna Marin, primera ministra de Finlandia, ha sido negativo.
Se confirma, de este modo, que la mandataria finlandesa no consumido ningún tipo de narcótico, como insinuó algún líder de los partidos de la oposición.
Asimismo, se confirma la versión de la propia Sanna Marin, quien, ante los medios, descartó haber tomado drogas, sólo admitiendo haber consumido alcohol.
Sin embargo, ante la absurda polémica suscitada y que parte de la oposición se lo pidió, la primera ministra accedió a hacerse las pruebas.
Todo este asunto se desató al difundirse un vídeo en el que la mandataria finlandesa aparecía cantando, bailando y divirtiéndose en su tiempo libre.
Esa grabación se publicó en una cuenta privada de un grupo de Instagram de la que ella es integrante. Sin embargo, alguien la difundió por redes sociales.
La polémica se desata porque en el vídeo se menciona al ‘grupo de la harina’. Algunos interpretaron que se había consumido cocaína en esa fiesta.
Así, en la grabación también aparece la diputada Ilmari Nurminen, del Partido Socialdemócrata, las presentadoras Tinni Wikstrom y Karoliina Tuominen, y la influencer Janita Autio.
Sanna Marin sostuvo desde el principio que no consumió drogas
Desde el primer momento, la primera ministra de Finlandia defendió que no tenía “nada que ocultar. No he consumido drogas, así que no es un problema hacer las pruebas. Pero también creo que es bastante especial que se requiera algo como esto”.
Así lo trasladó a los medios, dejando claro que también tiene “una vida familiar, una vida laboral” y “tiempo libre”.
Con todo y con eso, y recordando que a ella también le afecta la presunción de inocencia, accedió a hacerse las pruebas.
Por otro lado, toda esta absurda polémica ha generado un movimiento de apoyo Sanna Marin por parte de cientos de mujeres de todo el mundo.
Bajo el hastag #SolidarityWithSanna (Solidaridad con Sanna), mujeres se han grabado bailando y de fiesta y lo han publicado en redes sociales.
Seguramente, si ese vídeo lo hubiera protagonizado un primer ministro, no habría suscitado polémica alguna.
¿Recuerdan a Hugh Grant en Love actually y su baile en calzoncillos en su residencia de Downing Street? Pues eso, ahí lo dejo.