El Ministerio de Sanidad está barajando y evaluando distintas posibilidades terapéuticas para hacer frente a la viruela del mono, como antivirales y vacunas.
Analizarán su viabilidad y efectividad, puesto que no existe una vacuna específica.
Hasta el momento, se han enviado 25 muestras de casos sospechosos de esta enfermedad zoonótica que causa el virus de la viruela del simio.
El Centro Nacional de Microbiología del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) se hace cargo de este análisis. Asimismo, informan de que todos los casos presentan un cuadro leve.
Así, la alerta sanitaria comenzó en Reino Unido, registrándose cuatro casos confirmados. También Portugal ha notificado cinco casos confirmados y alrededor de 20 sospechosos.
En Madrid, hasta este miércoles se habían detectado 23 y ahora son los citados 25.
“De acuerdo a los procedimientos del Sistema de alerta precoz y respuesta rápida, se abrió una alerta a nivel nacional”, señalan desde Sanidad.
“Se comunicó a la Ponencia de Alertas la situación y se ha avisado a todos los actores clave para garantizar una respuesta rápida, oportuna y coordinada”, añaden.
Bruselas hace global la alerta por la viruela del mono
Asimismo, el Sistema de Alertas y Respuestas Temprana para las enfermedades transmisibles de la Comisión Europea ha comunicado esta alerta a nivel global.
Agregan que “el Ministerio de Sanidad está en permanente contacto para hacer un seguimiento”.
Además, desde el ISCIII apuntan que se emplea métodos de detección molecular mediante PCR en tiempo real. Asimismo, se hace una secuenciación genética del fragmento amplificado para confirmar al cien por cien.
Con esto último se podrá determinar si es uno viruela del mono.
Así las cosas, en Sanidad explican que “la Ponencia de Alertas del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud ha elaborado un Protocolo para la detección precoz de casos”.
Esto “ayudará a garantizar el diagnóstico precoz de un posible caso” para, “adoptar de manera inmediata las medidas de control adecuadas”.
Asimismo, con el fin de “evitar la aparición de casos secundarios”. Añaden que esta estrategia “establece como identificar a los contactos y realizar el seguimiento de los mismos”.