Según el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), dependiente del Ministerio de Sanidad, la ola de calor habría causado la muerte de 510 personas.
La estadística de Monitorización de la mortalidad diaria (MoMo) recogió estos datos entre el 10 y el 16 de julio.
El anterior informe recogía los decesos atribuibles a la ola de calor entre la fecha de inicio, el 10 de julio, y el 15. Entonces, señalaba que se podían atribuir al exceso de temperatura 360 fallecimientos.
Así, el sábado fue el pico de calor y de muertes. En concreto, 150 personas murieron.
Yendo a mayores detalles, según el ISCIII, el 10 de julio, primer día de la ola de calor, habrían perdido la vida 15 personas debido a altas temperaturas.
Al día siguiente, fueron 28 las muertes que se podrían atribuir al exceso de calor, y el martes, 12 de julio, se habrían producido 41 fallecimientos.
Además, otras 60 personas perdieron la vida el miércoles 13, así como el jueves 14 y el viernes 15 fallecieron 93 y 123 personas, respectivamente. A esas muertes hay que añadir, lamentablemente, las 150 del sábado.
Así las cosas, el sistema MoMo del ISCIII ha calculado sus estimaciones para estas fechas tan fuera de lo común.
De hecho, dicho sistema hace estimaciones estadísticas de excesos de mortalidad comparando los mismos días de las series históricas.
Fuentes del ISCIII explican que “calcula e infiere valores relativos a todas las causas y atribuibles a temperatura, no números exactos de defunciones”.
Por tanto, “las cifras que se ven en el Panel MoMo no son personas fallecidas, sino el resultado del cálculo estadístico en forma de estimación”.
En consecuencia, no sería “correcto” decir –aunque lo digamos– que “esta ola de calor ha causado X muertes de personas”.
En ello mismo ha insistido, a su vez, Carolina Daria, ministra de Sanidad, aclarando que el dato de fallecimientos atribuibles al calor es una “estimación”. No son “registros de defunción que darían la causa concreta de la muerte”.
En todo caso, Darias ha llamado a los ciudadanos a “seguir las recomendaciones sanitarias” ante el calor.
Es decir, protegerse de las altas temperaturas “evitando esfuerzos”, sobre todo, niños, mayores o personas con patologías.