Coincidieron prácticamente en todo.
Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, y Emmanuel Macron, presidente de Francia, se reunieron ayer para sentar las bases de una nueva alianza de más Europa cara al debate migratorio que hoy se escenifica en la mini cumbre en Bruselas. Ambos mandatarios sostienen que debe haber una respuesta común a la crisis, para lo que proponen la creación de “centros cerrados” en la Unión Europea donde se decida si los inmigrantes recién llegados tienen derecho a acogerse a la condición de refugiado o deben ser repatriados.
Angela Merkel, canciller alemana, respalda esta idea que sería un elemento más dentro del plan de gestión de la llegada de migrantes y que podría atraer a Italia. Además, se desarrollaría la cooperación con los países de origen de los migrantes, habría una mayor protección de las fronteras exteriores de la UE y se mejorarían los mecanismos de solidaridad entre los Estados miembros.
Oposición de Italia
La división entre estos es profunda. Ayer, Luigi di Maio, líder del Movimiento 5 Estrellas y ministro de Desarrollo Económico y Trabajo de Italia, acusó, en Facebook, a Macron y a Francia de alimentar la crisis migratoria en el país transalpino. “La emergencia migratoria existe y también es alimentada por Francia con constantes devoluciones en la frontera. Macron está haciendo que su país sea candidato a convertirse en el enemigo número uno de Italia en esta emergencia”.
El también vicepresidente del Gobierno italiano afirmó que “la era en la que Italia se hacía cargo de todo ha acabado oficialmente. escribimos la palabra final al negocio de la inmigración”. Además, se opone a la propuesta de crear centros de registro de refugiados en los países de llegada a fin de gestionar las solicitudes de asilo y que se repatríe a sus países a aquellos que no tengan ese derecho. En su lugar, defiende que se levanten estas instalaciones “en los países de origen y de tránsito” dirigidas por la Unión Europea.
Refundar la Unión Europea
En la rueda de prensa posterior al almuerzo que mantuvieron Sánchez y Macron se dejó patente la voluntad de ambos mandatarios de reforzar y refundar la Unión Europea. “Los desafíos en el tema de la inmigración y la economía son reales”, dijo el presidente francés, “y hay riesgo de fragmentación, de desmantelamiento europeo por el retorno de los nacionalismos. Nuestra voluntad común es responder con una verdadera refundación europea”.
Sánchez abundó en esta tesis. “El presidente Macron ha dicho que necesitamos relanzar el proyecto europeo. El Gobierno de España no puede estar más de acuerdo con esta visión, con este objetivo, con esta voluntad política marcada por el presidente Macron”. Además, el presidente del Gobierno español mostró su apoyo al Plan Franco alemán de impulsar un presupuesto común del euro.