La vacuna contra el coronavirus podría estar en mayo, en seis meses, y comenzar, entonces, la campaña de vacunación, coincidiendo con el fin del estado de alarma vigente.
Así lo adelantó ayer Pedro Sánchez, jefe del Ejecutivo, en una comparecencia conjunta con Ximo Puig, presidente de la Generalitat valenciana. “Las nuevas vacunas podrían estar listas para ese momento, acompañando con el cambio de estación, y eso nos ayudará a recuperar progresivamente esa nueva normalidad”, destacó.
Ya Salvador Illa, ministro de Sanidad, había avanzado hace unos días que la primera tanda de la vacuna podría estar a primeros de año. “Si las cosas van bien”, incluso a finales de este, detalló. No obstante, como también señaló Sánchez, habrá que seguir conviviendo con el virus hasta entonces.
El presidente del Gobierno ha insistido en la necesidad de que el estado de alarma se prolongue esos seis meses. Es, sostuvo, el tiempo “que marcan los científicos” para sortear la “etapa más crítica” de esta segunda oleada de la Covid-19.
Hasta que se disponga de una vacuna habrá que seguir en la actual estrategia
En ese sentido, ha confirmado la “estrategia nacional” que las distintas administraciones están siguiendo en la lucha contra el virus. Una estrategia que debe continuar hasta que se disponga de una vacuna.
Asimismo, señaló, el Consejo Interterritorial de Salud es el marco para adoptar medidas coordinadas y acordadas para el control de la epidemia.
Sostuvo que los tres pilares para ello son los indicadores comunes para determinadas restricciones, la seguridad jurídica que proporciona el estado de alarma y el análisis de las medidas.
Evaluación de los resultados de las medidas antes de ir a más
A ese respecto, Sánchez recordó lo dicho por Illa, quien ha pedido un plazo de “dos o tres semanas” para analizar los resultados antes de adoptar otras más restrictivas. Se refería al confinamiento domiciliario que ya están pidiendo algunas Comunidades Autónomas.
Con todo, el presidente del Gobierno ha mostrado su convicción de que “estos momentos amargos pasarán”. “En medio de la zozobra y la fatiga de la pandemia es cuando debemos sobreponernos”, abundó.
Destacó que se trata del mayor desafío social en la historia de España, y defendió un sistema de cuidados “mucho más cercano”. “Los mayores no quieren ir a una residencia”, concluyó.