Invitado por Xi Jinping, presidente de China, Pedro Sánchez, su homólogo del Gobierno español, visitó Pekín el 30 y 31 de marzo. Antes de comenzar el viaje de regreso a España, confirmó su posición respecto a Ucrania: respaldo al plan de paz ucraniano.
Al mismo tiempo, ha reclamado de Xi que escuche a Kiev ante cualquier planteamiento de cese del alto el fuego.
Así, en todo momento, Sánchez ha evitado aclarar lo que el mandatario chino le trasladó respecto a su reciente visita a Moscú.
Sostuvo que debe ser el Gobierno de China el que diga lo que habló el presidente Xi con Vladimir Putin, jefe del Estado ruso.
Tampoco aclaró si, tras su visita, vuelve a España con más esperanza en cuanto a una solución pacífica de la guerra.
En ese sentido, el jefe del Ejecutivo español explicó que uno de los objetivos de su visita era conocer más profundamente el plan de paz que propone Xi.
Con todo, no entró en detalles, aunque sí insistió en su petición de que China escuche a Volodimir Zelenski, presidente ucraniano.
Dicho esto, en rueda de prensa subrayó que el plan chino incluye “algunos puntos que son muy importantes”.
Entre ellos, el rechazo a usar y amenazar con utilizar armamento nuclear en el conflicto. También, el reconocimiento chino al respeto a la integridad territorial, “algo que está violentando Putin con su guerra”.
A ese respecto, Sánchez reiteró que la posición de España y de la Unión Europea es la “defensa de la integridad territorial y de la soberanía nacional de un pueblo que está siendo atacado”. Asimismo, “rechazo y condena al agresor”.
Es en ese punto en el que ha querido resaltar que “nada tenemos contra el pueblo ruso”, aunque sí contra su presidente.
A renglón seguido sostuvo que “hemos entendido el mensaje. Sabemos lo que pretende Putin con su guerra en Ucrania y no lo vamos a aceptar”.
Por eso, el bloque comunitario ayuda a Ucrania en todos los aspectos, enviando armas, ayuda financiera y apoyo humanitario.