La Comisión de las Artes de San Francisco, con la aprobación del Ayuntamiento, ha decidido retirar una estatua de Cristóbal Colón de la ciudad. Ésta había sido objeto de actos vandálicos enmarcados en las protestas contra el racismo y la brutalidad policial tras la muerte de George Floyd.
London Breed, alcaldesa de la ciudad californiana, argumenta que la estatua de Colón, erigida en 1957, “no se alinea con los valores de San Francisco, ni con su compromiso con la justicia racial”. Secunda, de este modo, los argumentos de Rochelle Axel, directora de asociaciones públicas y privadas de la Comisión.
Con todo, la retirada de la estatua de Colón también se justifica en la seguridad pública puesto que en tres ocasiones recibió ataques. Por redes sociales se había comenzado a convocar una manifestación para arrancarla y tirarla a la bahía.
Axel explica en un comunicado que “que una estatua de dos toneladas se caiga de su pedestal representa un grave riesgo para los ciudadanos”. Añade que la estatua se almacenará hasta que se tome una decisión final sobre su futuro.
Hace años que se pide en EEUU retirar las estatuas de Colón
Asociaciones indígenas de Estados Unidos llevan pidiendo la retirada de las estatuas de Colón desde hace años. Consideran que el descubridor está vinculado a la época de las conquistas europeas de Latinoamérica. En concreto, la de San Francisco sufrió ataques durante años con pintura roja, aludiendo al legado de sangre que empezó con su llegada.
Por otro lado, hay ciertos sectores de la comunidad italoamericana estadounidense entienden que Cristóbal Colón representa un orgullo. No obstante, la representada en San Francisco no se ha opuesto a su retirada.
Y es que, hay otro matiz polémico a considerar. El conde Vittorio di Cobertaldo de Verona (Italia) es el autor de la estatua. Esto no sería un problema si no fuera porque fue el escultor oficial del cuerpo de guardaespaldas de Benito Mussolini.