Maniobra estratégica de Matteo Salvini, vice primer ministro italiano y líder del partido de ultraderecha Liga, que presenta una moción de censura en el Senado de Italia contra Giuseppe Conte, primer ministro italiano, con la intención de provocar una convocatoria de elecciones en el país transalpino.
Salvini es conocedor de los últimos sondeos que le atribuirían una victoria electoral y, así, poder deshacerse de la incómoda necesidad de contar con el Movimiento 5 Estrellas (M5S) del otro vice primer ministro de Italia, Luigi Di Maio.
Lo cierto es que los desencuentros entre los dos partidos que forman el Ejecutivo de coalición italiano han ido creciendo conforme a trascurrido el tiempo de gobierno. El último de ellos se produjo esta misma semana en el Senado por la oposición del M5S a un proyecto ferroviario que defendía la Liga.
“Italia necesita volver a crecer y, por tanto, votar rápidamente. Quien pierde el tiempo perjudica al país y piensa sólo en su sillón”, dicen desde la formación de Salvini.
En los próximos nueve días deberá celebrarse la sesión de la moción. Luego, Sergio Mattarella, presidente de Italia, deberá optar entre nombrar a un nuevo primer ministro o convocar elecciones, que se celebrarían seguramente en octubre.
El también ministro del Interior dijo este jueves, después de una reunión con Conte: “Vayamos directos al Parlamento para reconocer que ya no hay una mayoría y demos rápidamente la palabra a los votantes”, señaló el líder ultraderechista.
El primer ministro replicó instando a Salvini a presentarse ante los parlamentarios y “decir la verdad sin esconderse tras afirmaciones retóricas y eslóganes”. De ese modo, que también explique las causas de la crisis de gobierno que han llevado, según el dirigente de la Liga, a la necesidad de un anticipo electoral.
“Depende de Salvini, en su capacidad como senador, explicar al país la situación y justificar ante los votantes que creyeron en la posibilidad de cambio las razones” para que crea que se puede dar por terminada la coalición.