En plena tensión por la crisis de Ucrania, Rusia vuelve a hacer una exhibición de músculo al realizar este sábado unas nuevas maniobras militares.
Ello, pese a que, según Sergei Lavrov, ministro de Exteriores ruso, el incremento de la tensión sólo está “en la mente” de Estados Unidos.
No resultan muy creíbles estas declaraciones si el día previo a que supuestamente invada Ucrania, según los expertos, realizan maniobras militares.
En cualquiera de los casos, el Ministerio de Defensa ruso ha anunciado estos ejercicios, que contarán con la presencia de Vladimir Putin, presidente de Rusia.
Detalló, en un comunicado, que “se lanzarán misiles balísticos y de crucero” en el marco de una estrategia de “disuasión”. Explicó que las maniobras militares “han sido organizadas con anticipación” y su objetivo es constatar la disposición de equipos y personal.
Asimismo, para comprobar la “fiabilidad de las armas estratégicas nucleares y convencionales”.
En el despliegue de fuerzas participarán las flotas del norte y del mar Negro, según la agencia rusa TASS.
Contrastan estos nuevos ejercicios con la anunciada retirada de parte de sus tropas que tenía desplegadas en las inmediaciones de la frontera con Ucrania.
Un extremo que tanto Estados Unidos como la OTAN no han verificado. Es más, defienden que hay 7.000 efectivos más, con lo que el total de soldados rusos superaría los 130.000.
Moscú, en cambio, sostiene que tiene todo el derecho a organizar las maniobras militares donde considere oportuno.
De hecho, Dimitri Petrov, portavoz del presidente, reiteró que “las maniobras y los lanzamientos de misiles balísticos forman parte de un proceso de entrenamientos que se desarrolla con cierta regularidad”.
Dichos ejercicios se comunican a varios países y, dijo, “no suscitan ni recelos ni interrogantes”, según información de la agencia Sputnik.