El permanente chantaje de Gabriel Rufián empieza a resultar cansino cuando reclama amnistía para los presos del procès o la gobernabilidad de España estará en peligro.
El portavoz parlamentario de ERC exige una solución para los políticos independentistas encarcelados y plantea una ley de amnistía que “limpie el tablero”. Sin embargo, como es habitual en él lo hace con amenazas y chantajes, aunque lo vista como advertencias.
“A nadie se le escapa que o se soluciona este tema o la estabilidad y gobernabilidad en España estará constantemente en peligro”, ha dicho en una entrevista en Radio Euskadi.
No contento con eso, a renglón seguido aseguró que la apuesta de los republicanos “por el diálogo y negociación es granítica”. A saber qué quiso decir.
Insistió en que los presos del procès están “injustamente encarcelados”. Antes, afirmó que en la relación de ERC con el PSOE hay “un gran elefante en la habitación” que es la situación de estos políticos.
Al hilo de ello, avisó, como ya hizo días atrás, de que “si no dan pasos en la resolución del conflicto político de Cataluña ERC tomará decisiones”.
Asimismo, siguió con las amenazas al PSOE si quiere aprobar leyes con su formación o con “el outlet de la derecha que es Cs”. “Están obligados a tenernos en cuenta”, apostilló.
Por otro lado, Rufián opinó acerca de la decisión de Pablo Iglesias de presentarse a la Presidencia de la Comunidad de Madrid. Lo calificó como “un movimiento valiente”.
Una acción para “enfrentarse a la lideresa de la zafiedad, el neoliberalismo, y una especie de fascismo ‘cool’ como puede ser Díaz Ayuso o también Almeida”, señaló.
“Ojalá se pueda parar [a Ayuso] porque, si no, Madrid pasará de ser el laboratorio de la derecha al laboratorio de la ultraderecha”, concluyó.
En definitiva, un republicano consciente de que necesita a la derecha radical en las instituciones, porque sin ella en el poder, el independentismo se debilita.
Y a su vez, la derecha radical necesita del independentismo catalán o vasco para crecer y fortalecer su presencia en las instituciones. Se trata una suerte de simbiosis y estas amenazas contribuyen a alimentar y retroalimentar ambos objetivos.