Hasta ahora ha sido vicepresidente del Banco Europeo de Inversiones.
Se terminaron las especulaciones y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, nombró a Román Escolano como ministro de Economía en sustitución de Luis de Guindos. Hasta ahora ocupaba el cargo de vicepresidente del Banco Europeo de Inversiones. Es técnico comercial del Estado y ha hecho su carrera con el PP; en 1998, con José María Aznar, entró en el Gobierno como asesor en asuntos europeos. Ha trabajado en el BBVA y ha presidido el ICO. Su perfil es más técnico que político y conoce bien los entresijos de Bruselas.
Se enfrenta ahora a varios asuntos candentes, como la privatización del 60% de Bankia, con lo que el Estado podría recuperar parte de los más de 22.000 millones invertidos en él. Mantiene una buena relación con Jaime Ponce, presidente del FROB, que será quien supervisará la venta. Escolano también deberá decidir si pospone el plazo fijado de final de 2019 para vender toda la entidad bancaria, a cuyo presidente, José Ignacio Goirigolzarri, conoce bien, y con quien mantiene también una buena relación es con el presidente del BBVA, Francisco González. Esto en cuanto a las conexiones internas.
Bruselas, su mayor reto
Donde deberá estar altura es en Bruselas, cuyas integre la desconoce bien. Rehúye los enfrentamientos, pero “tiene un buen nivel técnico sobre las cuestiones europeas y defiende con solidez sus posturas”, dicen los que han trabajado por él. Tener dominio de inglés y francés facilitarán su trabajo en una Europa en plena disputa entre los países del norte y los del sur sobre como reformar el euro de forma que una próxima crisis no acabe con él. Precisamente Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea y Francia mantiene en la creación de un presupuesto anticrisis, completar la unión bancaria, repartiendo a partes iguales los riesgos, la creación de un superministro de Finanzas de la eurozona y crear el Fondo Monetario Europeo a partir del Mede, el mecanismo de rescate.
Otro de los enfrentamientos con las posturas del norte de Europa es la puesta en marcha de “un mecanismo de reestructuración ordenada de la deuda soberana”, algo a lo que Francia, Italia y España se oponen. A su vez, tendrá que pelear con la respuesta de la unión europea a los aranceles impuestos por Estados Unidos. Por otra parte, llega al ministerio cuando España sale del procedimiento de déficit excesivo, lo que evitará disputas con el ministro de Hacienda. También deberá decidir quién le sustituye en la vicepresidencia del Banco Europeo de Inversiones, al seguir el puesto en manos españolas, cargo que abandona a pesar de que pasará a cobrar 3,7 veces menos, y perder muchos incentivos como dietas, transporte, plan de pensiones, residencia y colegios.
Otros nombramientos y asuntos
En junio de 2018, dejan sus cargos Luis Linde y Javier Alonso, gobernador y subgobernador del Banco de España, respectivamente. Escolano deberá decidir quién le sustituye, unos puestos que habitualmente se negocian entre gobierno y oposición pero cuya decisión recae de manera relevante sobre el ministro. También deberá abordar, entre los asuntos financieros, la nueva ley de crédito hipotecario y la reforma de los organismos reguladores, además de enfrentarse las consecuencias de la quiebra del Popular, fuente demandas nacionales e internacionales por parte de los accionistas que perdieron su dinero y que responsabilizan al Gobierno. Finalmente, deberá sacar del estancamiento de fomento del I+D y el pacto por la Ciencia.