No han tardado las reacciones tras desvelarse que el móvil de Roger Torrent, presidente del Parlament, fue espiado con la aplicación Pegasus de NSO. Ha sido el propio dirigente de la Cámara catalana quien ha hecho unas primeras declaraciones.
En una comparecencia en la mañana de ayer, Roger Torrent acusó al Gobierno de España de estar detrás del ciberataque. “Es la primera vez que se acredita lo que ya sabíamos: en el Estado español se practica el espionaje contra los adversarios políticos”, ha señalado.
El programa Pegasus, creado por la compañía israelí NSO, habría infectado, según un informe de Citizen Lab, un grupo de ciberseguridad canadiense, el móvil del presidente del Parlament para poder espiar sus conversaciones, historial de navegación, capturas de pantalla, etc.
Sin embargo, sólo los Gobiernos o las fuerzas y cuerpos de seguridad de los Estados pueden comprar la aplicación. Aunque no se puede conocer quién ordenó el espionaje, de acuerdo con las declaraciones de estos expertos, Torrent ha dirigido su acusación al Ejecutivo.
Dicho programa se habría ‘colado’ en 2019 en el móvil de la segunda autoridad en Cataluña a través de un fallo de seguridad de WhatsApp.
Por su lado, también ha reaccionado Gabriel Rufián, portavoz de ERC en el Congreso de los Diputados. Así, ha registrado una petición de comparecencia de Fernando Grande-Marlaska, ministro del Interior, para que dé explicaciones acerca del supuesto espionaje.
Como no podía ser de otra manera, Carles Puigdemont, ex presidente de la Generalitat, y huido en Bélgica, también ha reaccionado. Lo ha hecho en Twitter. “Hace tiempo que el Estado español no respeta el Estado de derecho. El problema es que ni con evidencias tan irrefutables son capaces de investigarse a fondo y dirimir responsabilidades. Un escándalo que no puede quedar impune. Toda la solidaridad con Roger Torrent”, ha escrito solo con la sospecha, no con la evidencia. Igual que el presidente del Parlament.