El rey Juan Carlos ha presentado una regularización ante la Agencia Tributaria para poner al día su situación fiscal. Lo ha hecho a través de su abogado Javier Sánchez-Junco. De este modo intenta frenar la investigación sobre el uso de tarjetas bancarias con fondos opacos.
Es precisamente sobre este asunto sobre el que trata este de regularización, no acerca de los posibles bienes del rey emérito en el extranjero.
Hacienda está analizando la documentación enviada por el abogado del rey Juan Carlos y tendrá que responder si acepta la regularización o necesita más aclaraciones. Asimismo, deberá informar del importe a pagar.
Supuestamente, Juan Carlos I y algunos de sus familiares habrían utilizado las tarjetas bancarias con fondos opacos del empresario mexicano Allen Sanginés-Krause. Éste, a su vez, está siendo investigado por la Fiscalía del Tribunal Supremo.
Desde que Corinna Larsen declarara que Juan Carlos I le había regalado 65 millones de euros viene planteándose presentar esta declaración para regularizar la situación del emérito con Hacienda.
La regularización es sólo por el supuesto uso de tarjetas opacas
Presuntamente, esos millones de euros procedían de una donación que hizo Abdalá bin Abdelaziz, rey de Arabia Saudí, al rey Juan Carlos. La declaración que ha presentado el abogado del emérito es acerca únicamente del uso de las tarjetas de crédito sobre cuentas corrientes de las que no es titular.
Deja al margen, y pendientes, los asuntos referidos a la donación del rey saudí y a las posibles sociedades con sede en el paraíso fiscal de Jersey.
Con esta regularización, Sánchez-Junco confía en que la Fiscalía termine archivando la investigación abierta por el presunto cobro de comisiones del AVE a la Meca. Precisamente, el supuesto origen de los 65 millones. Estos hechos habrían sucedido en 2012, cuando el rey Juan Carlos gozaba todavía de inviolabilidad.
Se puede presentar una regularización voluntaria en cualquier momento
Una regularización voluntaria puede presentarse en cualquier momento, siempre y cuando la Agencia Tributaria no haya abierto una inspección o un juez haya citado para declarar como investigado por un presunto delito de fraude fiscal o blanqueo de capitales.
Estos extremos no habrían ocurrido aún, a pesar de que la Fiscalía Anticorrupción lleve investigando desde 2019.
Con todo, las consecuencias serían diferentes dependiendo del momento en que se presente la regularización voluntaria. El último ejercicio fiscal no prescrito corresponde a 2015. Juan Carlos I podría haber hecho una declaración complementaria antes de esa fecha, precisamente el primer ejercicio en el que ya no era inviolable.
Así las cosas, la regularización no le saldrá barata al rey emérito. El tipo a pagar estaría alrededor del 50% del valor de los bienes y derechos, a lo que se sumaría un recargo del 20%. A ello habría que añadir los intereses de demora y una multa, casi testimonial, de cerca de 1.500 euros.
Cristóbal Montoro (PP), ex ministro de Hacienda, diseño de esta vía en 2012, si bien el Tribunal de Justicia de la Unión Europea todavía no se ha pronunciado acerca de ello.
El rey Juan Carlos se encuentra en Emiratos desde el 3 de agosto
El rey Juan Carlos lleva ya cuatro meses fuera de España, desde que el 3 de agosto tomó rumbo a Emiratos Árabes Unidos. Allí es el invitado de lujo del jeque Mohamed Bin Zayed, príncipe heredero de Abu Dabi y gobernante de facto del país de Oriente Medio.
Por el momento, sólo se sabe que la infanta Elena lo ha visitado en el hotel donde se aloja. Tampoco se sabe nada acerca de si regresará a España para pasar las próximas fiestas de Navidad con la familia.
Cabe recordar, como en recientemente así hizo hincapié Juan Carlos Campo, ministro de Justicia, que Juan Carlos I no tiene causa abierta alguna. Por tanto, puede volver cuando quiera.
A ello añadió que “si se produjera un llamamiento, no tardaría en absoluto en venir”, en referencia a si un juez o la Fiscalía lo requieren.