La supuesta falta de recursos por parte del Ejército de Rusia ha obligado a los reservistas rusos movilizados a incorporarse con su propio paquete de primeros auxilios.
Según los servicios de Inteligencia de Reino Unido, los hombres a los que se ha convocado con la movilización parcial apenas reciben formación.
Estos reservistas carecen de los conocimientos para responder a emergencias y llegar al frente en Ucrania llevando sus propios recursos.
Incluso, las autoridades aconsejan que se ha provisiones de productos de higiene como una opción barata ante posibles necesidades médicas.
De hecho, algunos de estos militares han conseguido cintas para torniquete “de tipo occidental”, recoge un informe de la Inteligencia británica.
Sin embargo, las estarían atando con cables a sus equipos, en vez de con el velcro habitual, por miedo a que otros soldados se las roben.
Así, los británicos alertan de que con estas carencias se retrasan e incluso se imposibilitan actuaciones de urgencia.
En consecuencia, la Inteligencia de Reino Unido considera “casi seguro” que esta falta de aprovisionamiento contribuye “a un estado de ánimo en declive”.
Asimismo, “a una falta de voluntad para emprender acciones ofensivas” por parte de los reservistas rusos.
No es de extrañar, por tanto, que la moral de las tropas esté en mínimos, como demuestran los audios desvelados por The New York Times.
Y eso que corresponden en el tiempo a apenas dos meses después de comenzar la invasión.
Por otro lado, el Kremlin apenas da cifras relativas a las bajas entre sus soldados. No obstante, tras anunciar la movilización parcial, admitió haber perdido en Ucrania a casi 6.000 efectivos.
En cambio, las Fuerzas Armadas ucranianas han señalado este viernes que las bajas rusas desde febrero se elevan a más de 59.000. En el último día, 500 muertos.