Tras ponerse como gran ejemplo en la lucha contra el coronavirus, Corea del Sur ha sufrido durante el día de ayer y jornadas anteriores, un repunte en el número de infectados. Esto ha llevado a replantearse el modelo que hasta ahora parecía el más efectivo.
El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades surcoreana informa de que el país ha sufrido un número de infectados récord. Desde hacía semanas no se observaban datos tan preocupantes.
En ese sentido las autoridades de Corea del Sur parecían en fechas anteriores suficientemente relajadas. La mayoría de los contagios provenían de una cepa exterior. Es decir, eran importados.
Sin embargo, en estas últimas horas la dirección sanitaria del país ha descubierto la existencia de un foco propiamente local. Desde él se está volviendo a esparcir el virus a lo largo y a lo ancho de todo el país.
Además de Corea, preocupa Latinoamérica
Más preocupante está siendo, sin duda, la situación de Latinoamérica, donde el coronavirus comienza a hacer estragos. Desde Argentina hasta México, las autoridades de estas repúblicas están moderando el desconfinamiento y alertando a la población.
Esta semana la OMS ha advertido al mundo, en rueda de prensa, que se están produciendo rebrotes y que la prudencia es la virtud que debe imperar. Especialmente, en los criterios de desconfinamiento de cada una de las naciones.
Las autoridades de Corea del Sur han convocado una reunión de urgencia para tratar de frenar un rebrote que pone entre la espada y la pared la buena gestión realizada y la recuperación económica del país.
El récord de infectados en Corea del Sur ha llevado a los responsables de la OMS a advertir al mundo del peligro de los rebrotes. Pueden hacernos retroceder todo el camino andado durante el confinamiento.
Según la Universidad Johns Hopkins, el país asiático ha registrado desde el comienzo de la epidemia 12.373 contagios, con el resultado de 280 muertes y 10.856 curaciones.