En la madrugada –hora española– de este martes, el FBI ha entrado a registrar la mansión Mar-a-Lago propiedad de Donald Trump, ex presidente de Estados Unidos.
Los agentes investigan el posible mal uso, por parte de Trump, de documentos clasificados.
En un comunicado a través de Save America, el propio magnate ha dado cuenta del registro. “Mi hermosa casa Mar-a-Lago en Palm Beach, Florida, está actualmente sitiada, allanada y ocupada por un gran grupo de agentes del FBI”, reza el documento.
Según una persona conocedora de la investigación a la que ha consultado The Washington Post, los agentes hacen una búsqueda autorizada por un tribunal.
Concretamente, buscan documentos clasificados que Trump se habría llevado a su residencia cuando dejó la Casa Blanca.
De hecho, el ex mandatario tiene una causa abierta contra él por este motivo.
Por su lado, Trump ha afirmado que el registro ha sido “sin previo aviso” y que la redada no era “necesaria ni apropiada”.
Además, acusa al Partido Demócrata de organizar el “sistema de Justicia” contra él.
En el documento emitido por su comité de acción política señala que “nunca antes le había pasado algo así a un presidente de Estados Unidos. Después de trabajar y cooperar con las agencias gubernamentales relevantes, esta redada no anunciada en mi casa no es necesaria ni apropiada”.
Asimismo, asegura que el FBI ha abierto la caja fuerte que tiene en su residencia de Florida.
Compara el registro de la mansión Mar-a-Lago con el Watergate, pero al revés
Al tiempo, ha comparado la actuación de los agentes con el Watergate.
“Aquí, a la inversa, los demócratas han irrumpido en la casa del 45º presidente de Estados Unidos”.
Añade que “tal asalto solo podría tener lugar en países del Tercer Mundo. Desafortunadamente, Estados Unidos ahora se ha convertido en uno de esos países, corruptos en un nivel nunca antes visto”.
Ya en enero, la Administración Nacional de Archivos y Registros consiguió recuperar 15 cajas de documentos y más artículos de la mansión Mar-a-Lago.
Habían pasado dos meses desde que empezó a reclamarlos puesto que el magnate neoyorquino debió entregarlos cuando dejó la Casa Blanca.
A partir de ahí crecieron las sospechas sobre que el ex mandatario podría haber violado la Ley de Registros Presidenciales.
Según esta norma, se necesita conservar memorandos, cartas, notas, faxes, correos electrónicos y otras comunicaciones escritas vinculadas a sus obligaciones como presidente.