Era de esperar que la reforma del ‘sí es sí’ que negociaron el PSOE y el PP saliera adelante, también, en el Pleno del Senado de este miércoles.
Por tanto, recibe luz verde definitiva y, no habiendo modificaciones, entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el BOE.
El pasado jueves, la reforma del ‘sí es sí’ recibió el aval del Pleno del Congreso, con 233 apoyos y la oposición de Unidas Podemos.
Tampoco la respaldaron otros socios de investidura, como ERC, Bildu y Más País, además de CUP y dos exdiputados no adscritos.
Ahora, los senadores socialistas y populares bastaban, como entonces, para aprobar la reforma. En total, 231 parlamentarios votaron a favor, mientras 19 lo hicieron en contra y 4 se abstuvieron. Asimismo, Vox, como hizo en la Cámara Baja, se ausentó.
La norma entró en vigor hace siete meses y ha supuesto un millar de rebajas de condenas y un centenar de excarcelaciones.
Con todo, seguirán produciéndose revisiones de penas dictadas antes de que la reforma entre en vigor. Sólo se podrá aplicar plenamente ante delitos cometidos a partir de su publicación en el BOE.
De este modo, se recuperan las horquillas del anterior Código Penal, endureciendo, con más años de cárcel, las agresiones sexuales con violencia o intimidación.
Por su parte, los senadores del PP han repetido su particular ‘espectáculo’ al anunciarse los resultados de la votación. Hace una semana, como si la iniciativa de reforma hubiera sido suya, aplaudieron al unísono puestos en pie.
“De nada, señor Sánchez, de nada, no hace falta que me dé las gracias”, ironizó Alberto Núñez Feijóo, líder popular, el martes en el Senado.
Pese a que todos estaban de acuerdo, incluso la formación morada, en la necesidad de reformar la llamada ley del sólo ‘sí es sí’, este trámite ha dejado profundas heridas en el bloque de investidura. También en el movimiento feminista.
Así, el PSOE, impulsor de la reforma, tomó la iniciativa para acabar con los “efectos indeseados” de la norma. Mientras que los socialistas defienden que mantiene el consentimiento en el centro, sus socios de coalición, ERC y Bildu creen que se produce un retroceso.