Reforma de las pensiones: las propuestas de Escrivá

Reforma de las pensiones: las propuestas de Escrivá

El pasado viernes, el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones puso sobre la mesa de diálogo social sus propuestas para la segunda fase de la reforma de las pensiones.

Entre ellas, destaca un nuevo modelo para el cómputo de las cuantías: elegir los 25 últimos años cotizados o los 29. Si se opta por esto último, se podrán descartar los dos peores.

Durante 20 años convivirán el modelo actualmente vigente –25 últimos años cotizados– y la propuesta de elección.

El objetivo de esta dualidad transitoria es que los trabajadores con carreras laborales irregulares y precarias puedan beneficiarse de la mejor opción para su pensión.

Pero el departamento que dirige José Luis Escrivá da un paso más en esta fase de la reforma de las pensiones con el fin de evitar recortes.

Una reforma de las pensiones que permita recaudar más

Centra sus esfuerzos en lograr una mayor recaudación para garantizar poder afrontar el gasto del sistema de pensiones. Asimismo, garantizar la subida de las jubilaciones en función del IPC.

Para ello, entre las medidas que destacan figuran el aumento de las bases de cotización máximas y el incremento del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI).

También plantea una “cuota de solidaridad” para la parte del salario que ahora no cotiza al superar el máximo de cotización.

Sobre lo primero, las bases máximas de cotización, la Seguridad Social plantea subir las bases máximas, que actualmente es de 4.495 euros.

Se aplicaría entre 2024 y 2050 y consistiría en ir sumando al importe anual del IPC uno fijo de un 1,2%.

Por su lado, las pensiones máximas se revalorizarían anualmente con la cuantía de cada año de la inflación más un aumento del 0,0115%.

Unos incrementos que se irían acumulando cada año hasta llegar a 2050. A partir de ese año, hasta 2065, habría otros aumentos.

Mecanismo de Equidad Intergeneracional

Respecto al MEI, el Ministerio propone que pase del 0,6% actual a un 1,2% en 2029 de forma gradual. El ritmo de subida sería de una décima al año.

Así, se refuerza el sistema en los años en que se prevé una mayor tensión, con la llegada de las jubilaciones del baby boom.

En cuanto a la cuota de solidaridad, la propuesta consiste en un 1% de la parte del sueldo que no cotiza al superar el máximo.

Se comenzaría en 2025, incrementándose a un ritmo de un 0,25% cada año hasta el 6% en 2045.

De este modo, si alguien gana 500 euros más superando el máximo de cotización, la cuota sólo se aplica a esos 500 euros, no a todo el salario. Por tanto, 5 euros en 2025.

Además, la cuota sólo se aplicaría a sueldo por encima de los 53.946 euros en 2023, que es la base máxima de cotización actual.

Lagunas de cotización

Por otro lado, esta fase de la reforma de las pensiones pretende también mejorar cómo se cubren las lagunas de cotización.

Estas son los periodos en los que el trabajador aporta menos al sistema debido a parones en su carrera laboral. Ya existe un modelo para esta cobertura, pero ahora se pretende mejorarlo.

Especialmente, se centra en las mujeres porque son quienes más optan por reducciones de jornada o jornadas parciales para, por ejemplo, el cuidado de personas dependientes.

Así, se mantiene la cobertura del 100% de la base mínima durante los primeros 4 años (48 meses). Asimismo, el 50% de la base mínima a partir del mes 49.

Para las mujeres trabajadores por cuenta ajena se añade el 100% de la base mínima entre el mes 49 y el 60, y el 80% entre el mes 61 y 84.

Además de todo ello, la idea es que esta fase de la reforma de las pensiones mejore las prestaciones mínimas y no contributivas. Para ello, el departamento de Escrivá cuenta con esos mayores ingresos.

Pensiones mínimas y brecha de género

De este modo, propone una senda de convergencia de las pensiones mínimas contributivas que garantice alcanzar el 60% de la renta media.

Con ese objetivo, se toma como referencia la evolución de la pensión mínima con cónyuge a cargo. Llegaría al 60% de la renta mediana de un hogar de dos adultos entre 2024 y 2027.

A su vez, se fija un proceso parecido para las pensiones no contributivas. Aumentarían hasta converger en 2027 con el 75% del umbral de la pobreza que se calcula para un hogar de una sola persona.

Por último, entre las principales novedades, la lucha contra la brecha de género. En este capítulo, la reforma de las pensiones recoge un complemento del 10% adicional a la revalorización anual en 2024  2025.

Cabe recordar que las mujeres perciben de media una pensión más baja que los hombres, salvo las de viudedad.

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