Una complicada fórmula jurídica y 300 millones de euros pondrían al brasileño la camiseta blanca.
Neymar no está a gusto en el PSG. No le gusta jugar en Francia porque le dan muchas patadas. En su contrato, como en el de ningún jugador en la Ligue 1 francesa, no existe cláusula de rescisión, al estar prohibido este tipo de disposición. Por lo que, aparentemente, Neymar tendría que cumplir su contrato que le vincula al club parisino hasta 2022. Efectivamente, como ya afirmó Nasser Al Khelaifi, presidente del PSG, no existe tal cláusula, algo que también confirmó Marcos mota, abogado del jugador brasileño. En cambio, fuentes vinculadas al París Saint Germain aseguran que, mediante una complicada fórmula jurídica, 300 millones de euros en concepto de traspaso y 50 millones de euros libres de impuestos por temporada -condición que indican desde el entorno del futbolista- Neymar Junior podría desvincularse de su actual club antes del 1 de septiembre de 2018. Estas mismas fuentes revelan que se añadió una vía de escape por tramos que el PSG tuvo que aceptar debido a su posición de debilidad durante la negociación. La cuestión es que cada año que pasa resulta más barato para que el brasileño abandone su actual club.
Después de las pitadas recibidas por el jugador, de 25 años, desde sus propios aficionados, la directiva del PSG se ha esforzado, con Al Khelaifi a la cabeza, para enmendar en cierto modo el malestar generado. Y es que, Neymar es la enseña del honor y el orgullo catarí en su incursión deportiva en el fútbol europeo. El presidente del club parisino aseguró que el brasileño continuaría el año que viene en el PSG: “Al 100%, no; al 2.000%”. El hecho de que el brasileño terminara por dejar el club pondría en tela de juicio el liderazgo de Al Khelaifi.
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