Cuando el Real Madrid se impuso al Valencia, campeón de la Copa del Rey, gran parte del mundo del fútbol pensó que veríamos hoy un segundo Clásico cuando aún no ha pasado un mes desde el primero. Sin embargo, el Atlético de Madrid no quiso dejar pasar la ocasión e hizo que la final de la Supercopa sea un Derby.
A las 19:00 horas –horario peninsular- dará comienzo el último asalto para conquistar el primer título de la temporada. Merengues y colchoneros medirán sus fuerzas para desequilibrar el empate que supuso el primer duelo capitalino en competición oficial.
El escenario será el Estadio Rey Abdullah de Yeda. Han pasado casi seis años desde la última final de la Supercopa entre madridistas y atléticos, la de 2014. Entonces, los rojiblancos se llevaron el premio, por lo que el de hoy promete ser apasionante de los blancos buscando su venganza. Esta vez a partido único.
Los de Zinedine Zidane llegan en un excelente estado de forma, sin perder 15 partidos consecutivos y con la satisfacción de haber ganado con holgura a un Valencia del que se esperaba más. El 1-3 que mostró el marcador pasados los 90 minutos no es fiel reflejo de lo que se vivió.
Por su lado, los pupilos del Cholo Simeone dieron la sorpresa al completar una remontada inesperada, con un juego pobre. Pero peor fue el FC Barcelona que no supo retener las ventajas que tuvieron y cometieron errores casi infantiles.
El Atleti llega, por tanto, con la euforia de haber superado casi in extremis a un Barça que todavía no se lo cree, que hace aguas y cuyo técnico pende ya de un hilo muy fino.
El Madrid llega con un día más de descanso y con la fortaleza que le confiere verse invicto en quince partidos consecutivos, con un Tony Kroos que parece revivir –gol olímpico- y un Luka Modric que se sacó de la chistera un gol de ensueño.
Por tanto, dos derbis en menos de 20 días que deleitarán a todo aquel al que le gusta disfrutar del buen fútbol. Se verá en Movistar Liga de Campeones. Expectación mundial de una final, tras el nuevo formato estrenado en esta ocasión.
De hecho, la hora a la que se disputará no es casualidad. Fiel al carácter comercial de Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol, el horario se ha establecido así para prácticamente garantizar que se ve en casi todo el mundo a una hora razonable.
En toda Europa se verá entre las 18:00 y las 21:00, según el huso horario (Moscú a las 21:00, Rumanía, a las 20:00, Reino Unido y Canarias, a las 18:00, Península y Baleares, a las 19:00). En América, igualmente según el huso horario, dará comienzo a las: en Los Ángeles (EE.UU.), pasando por las 12:00 en Nicaragua u Honduras, hasta las 15:00 en Argentina o Paraguay.
Cuando el árbitro pite el comienzo del encuentro, en el lugar de los hechos, Arabia Saudí, serán las 21:00, pero hacia Asia, serán desde las 22:00 de Armenia, o las 20:00 de Chipre e Israel, o las 23:30 en la India.
Donde más tarde será es en el país del sol naciente, pero de madrugada: las 3:00, la misma hora que en las dos Coreas, una hora antes en China y Hong Kong. En Oceanía tendrán que, o levantarse pronto o acostarse muy tarde: Australia, 4:30; Nueva Zelanda, 7:00; y Samoa y Tahití, 8:00.