Hay palabras que tienen un gran significado y carga social, pero que a veces se banalizan por la mayoría hasta que es demasiado tarde y se produce una respuesta violenta por quienes sufren de esa banalización. En el título de este artículo de opinión, he omitido la palabra CANIBALISMO expresamente, porque hoy día es una práctica rechazada por las sociedades modernas y civilizadas. Tampoco he incluido la palabra ESCLAVITUD, aunque hoy día muchos seres humanos son esclavizados incluso en países industrializados, pero socialmente no es algo aceptado en las sociedades modernas y civilizadas.
Sin embargo, la palabra RACISMO representa a muchas personas que se consideran superiores a otras con diferente color de piel, diferente origen o grupo social. Racismo hacia gitanos, negros, hispanos o cualquier grupo con una característica que se les sirva para considerarlos inferiores como seres humanos. El racismo lleva a algunas personas a considerar que los que no son de su manada o su tribu, no tienen derecho a vivir y que ellos incluso tienen derecho sobre la vida o la libertad de los demás. El racismo, aunque a nosotros nos deje respirar, oprime y mata personas, es una lacra para la humanidad y como el canibalismo, debemos de hacer desaparecer.
La segunda palabra, MACHISMO, también representa a muchas personas, hombres y mujeres, que asumen la inferioridad de la mujer y su subordinación al hombre, ya sea en el ámbito familiar, social, profesional o político. Una palabra que algunos hombres entienden que les otorga poder sobre la mujer, un poder que se traduce en desprecio, abuso y violencia. El machismo, aunque nosotros nos deje respirar, oprime y mata mujeres, es una lacra para la humanidad y como el canibalismo y el racismo, debemos de hacer desaparecer.
La tercera palabra, FASCISMO, representa autoritarismo y violencia de quienes no respetan la voluntad de quienes piensan diferente y trata de imponer por la fuerza a los demás su ideología, buscando la confrontación entre personas y tratando de dividir a la sociedad para culpar a una parte de los problemas de la otra. El fascismo sólo acepta a los de su clan y a los demás los silencia con el miedo y la violencia o directamente los elimina. El fascismo, aunque ahora nos deje respirar, es el germen para la dictadura y el virus de la Democracia, es una lacra para el progreso de la humanidad, y como el canibalismo, el racismo o el machismo, debemos de hacer desaparecer.
Las enfermedades las curamos con medicamentos, pero el racismo, el machismo y el fascismo se pueden erradicar con educación y con el rechazo de la sociedad, pero todo empieza en cada uno de nosotros con una actitud activa para lograrlo, pero para eso debemos de sentir que aunque a nosotros no nos falte el aire para respirar, tenemos que defender a quienes si les falta.
Muy bien explicado