La aerolínea Iberia necesita con urgencia una inyección de liquidez para evitar su asfixia económica debida al parón de la actividad aérea. Por ese motivo, el Gobierno está estudiando las ayudas financieras urgentes para empresas estratégicas.
Hasta el momento, se esperaba que la Comisión Europea terminada de diseñar el nuevo marco legal para este tipo de ayudas. Hasta la llegada del coronavirus, éstas estaban muy limitadas por qué podían influir en la libre competencia.
En cambio, ahora se abre un nuevo horizonte que afecta directamente a la compra de Air Europa. Iberia había lanzado una oferta de un único pago en efectivo de mil millones de euros a Globalia. Sin duda, esta oferta mejorada la de Air France que lo hacía en varios plazos.
El escenario al que se enfrenta ahora Iberia es que Air France representa una amenaza real y pueda hacerse con Air Europa a precio de saldo. La compañía aérea de bandera francesa tiene a su favor que el Gobierno de Emmanuel Macron se adelantó a la hora de ofrecer ayudas a sus aerolíneas.
Así, ante la necesidad urgente de liquidez, lanzó una ayuda de 10.000 millones. Este rescate sería de hasta 7.000 millones de euros, 4.000 millones que ellos en préstamos bancarios con el aval del Estado francés en un 90%. Los otros 3.000 millones serían préstamos directos excepcionales en calidad de accionista. El Estado detenta el 14% que la compañía aérea.
En eso está precisamente el Ejecutivo español, según Confidencial Digital, puesto que el Ministerio de Transportes viene manteniendo contactos para asegurar el aval del ICO. Todo ello, enmarcado en las medidas adoptadas para garantizar liquidez a las empresas afectadas por la epidemia.
Iberia no tiene cerrada la compra
La cuestión es que la compra de Air Europa no está cerrada por parte de Iberia, sino que está a la espera que la aprobación por parte de las autoridades de competencia europeas.
El asunto es clave porque el grupo IAG, en el que se integran tanto Iberia como Vueling y British Airways, tiene que el dominio del hub de Madrid y de las rutas latinoamericanas.
Más aún cuando Air France ha cuestionado la españolidad de Iberia después del Brexit por su sociedad con la aerolínea de bandera británica. Un elemento que se ve reforzado por su alianza con la holandesa KLM y que en hace constar en cada contacto en Bruselas.
Un impedimento más sería que la normativa comunitaria de transporte aéreo prohíbe los vuelos internos dentro del espacio de la Unión a aquellas compañías que no tengan mayoría de capital de la UE. Eso es precisamente lo que sucedería a Iberia y Vueling si IAG pierde el pasaporte europeo debido al Brexit.
Tal es la magnitud de este asunto que ni siquiera podría operar en el puente aéreo Madrid-Barcelona. No podría conectar vuelos domésticos ni países de la Unión Europea.