¿Qué pasó exactamente en la Junta de Accionistas de Endesa?

Borja Prado se despidió de la Presidencia.
La compañía eléctrica Endesa celebró el pasado viernes su Junta General de Accionistas marcada por las reivindicaciones de los trabajadores, en huelga por la ruptura de negociaciones del convenio colectivo, que constantemente interrumpieron las interrupt intervenciones del presidente saliente, Borja Prado. Tal era la bronca el exterior como en el interior de la Asamblea, que a José Bogas, consejero delegado de la eléctrica, después de terminar su discurso, se le escapó, aún con el micrófono abierto, una frase fuera de contexto. A Prado lo sustituye Juan Sánchez-Calero como consejero y presidente no ejecutivo.

En el capítulo estrictamente económico, la Junta aprobó todos los puntos del orden del día, entre ellos, el desembolso de un dividendo de 1.511 millones de euros, el 100% del beneficio ordinario, con cargo a los resultados de 2018. Así, se abonará un total de 1,427 euros brutos por cada título eso es que ya se ha desembolsado 0,7 en enero lo que supone un aumento del 4% respecto al dividendo de 2017 recibido por cada accionista.

También, Prado hizo un breve balance y toda su Presidencia, destacando cifras de importancia que dejan evidencia de la magnitud que ha alcanzado la compañía, entre ellas los 11 millones de clientes o un nivel de facturación de 17.000 millones de euros en 2018, quedando posicionada en el tercer lugar en el país.

Además, el presidente saliente advirtió acerca del “cambio de tendencia y los vientos externos menos favorables”, que deberían, en su opinión, “llevar a todos los agentes económicos a ponerse en guardia”. Indicó que mientras él ha sido presidente de Endesa, la compañía ha sido “la referencia en la inmensa mayoría de las complejas negociaciones regulatorias” y que tienen “el honor de ser el interlocutor mejor valorado por los distintos gobiernos con los que hemos trabajado”.

Sostuvo que Endesa ha sido “la empresa eléctrica española más rentable para sus accionistas”, señalando que quien compró acciones el día de su nombramiento y haya reinvertido los dividendos ha multiplicado su inversión por 4,7 veces, “lo que supone una rentabilidad anual del 17%”, y que aquellos accionistas que invirtieron en la OPV de 2014 “han obtenido una TIR del 20%”.

Durante su discurso, Bogas ha hecho un llamamiento a alinearse con los objetivos ambientales del Gobierno, “satisfactoriamente más ambiciosos que los de la Unión Europea”, haciendo referencia al crecimiento de la generación renovable de la empresa durante el pasado ejercicio, un 44%, debido al incremento de la generación eólica y solar y, en especial, por la producción hidroeléctrica, que aumentó un 67%.

Hizo hincapié en la inversión que, en el marco del Plan Estratégico 2019-2021, llevará a cabo la empresa como apuesta por la descarbonización. En ese sentido, invertirá 1.800 millones para incrementar un 30% la potencia de energía verde y sumar 1.900 MW megavatios hasta los 8.400 MW. También, 1.900 millones para las redes de distribución y alrededor de 1.300 millones para la digitalizacion de procesos y activos. Con ello, el resultado bruto de explotación debería alcanzar los 4.000 millones en 2021, y un beneficio neto de 1.800 millones, frente a 3.627 millones y 1.417 millones del año pasado, respectivamente.

Por otro lado, el consejero delegado de Endesa han pedido un diseño nuevo de las tarifas eléctricas que se encuentran entre las más altas de europa, señaló. Así, reclama la reducción de los sobrecostes de política energética e impuestos y que se haga un reparto entre todos los consumos energéticos te los costes de las primas a las renovables que hasta el momento solo son asumidos por los consumidores eléctricos.

Además, que se diseñen “tarifas inteligentes” para impulsar la electrificación de la demanda. Igualmente, ha pedido una mayor retribución a la distribución, algo que el Gobierno y la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia quieren reducir, de forma que se puedan llevar a cabo las inversiones previstas por el Gobierno durante los próximos diez años y que ronda los 37.000 millones de euros.

Respecto a las reivindicaciones laborales y las negociaciones con los trabajadores, Prado ha insistido en lamentar “profundamente” la situación de la negociación sindical, lo que entiende que es “un fracaso de todas las partes implicadas” y señaló que “Endesa pone todos los medios para alcanzar un acuerdo justo y razonable para todas las partes lo antes posible”.

Respecto al suministro eléctrico a los empleados, uno de los símbolos de las reivindicaciones, que hasta ahora era gratuito y sin límites, el presidente saliente indicó que la compañía trata de poner “racionalidad a una situación” para que sea acorde con los criterios de eficiencia, suprimiendo límites de consumo “fuera de toda lógica”. La voluntad de la compañía es sentarse a negociar, a pesar de contar con una sentencia favorable de la Audiencia Nacional respecto a la limitación de los derechos en el próximo convenio colectivo. Algunos trabajadores nos han precisado que el suministro no es gratuito, sino que se incluye como salario en especie a un precio pactado e incluido en el convenio, incluso en escritura y que ahora va a desaparecer como ventaja para los trabajadores y los jubilados.