“¿Qué hemos aprendido?”, por Francisco Estepa Vílchez.

Francisco Estepa Vílchez.

Hemos comenzado un nuevo año, deseando que nos ayude a superar los problemas de la pandemia y a empezar a curar las heridas que 2020 nos ha dejado a todos, ya sea directamente o de forma indirecta. Hemos recibido decenas de mensajes llenos de esperanza e ilusión para un año que llega cargado de optimismo y miedo al mismo tiempo, porque muchos somos conscientes de que el virus no está derrotado y morirán miles de personas más aún, esperando que no seamos ninguno de nosotros o de quienes conocemos. Algunos seguirán poniendo en peligro la salud de sus familias y de los demás, por su falta de responsabilidad. Esto lo hemos aprendido.

Ante nosotros tenemos 12 meses difíciles para algunos y muy difíciles para otros, por eso este año debería ser el año de la solidaridad y la generosidad hacia las familias, hacia los trabajadores autónomos o las empresas y sus empleados, hacia los ancianos, hacia los pequeños comercios, hacia la hostelería, los artistas, los músicos y hacia todos los que formamos nuestra sociedad y que configuramos una gran red que permite sostener un estado social, constitucional y de derecho fuerte, pero a la vez frágil. ¿Lo habremos aprendido?

Creo que debemos recordar cada día al despertarnos, que en España hay padres y madres que no podrán dar nada para desayunar a sus hijos. Aunque hoy tengamos un Gobierno de izquierda sensible, aun no tenemos un país lo suficientemente fuerte como para amortiguar las crisis que terminan sufriendo peor, quienes son más vulnerables. Mejorar en igualdad o la educación y la sanidad públicas, son fundamentales para fortalecer los pilares que soportan el resto del edificio, así como las pensiones y la protección a quienes no encuentran un empleo. Otra cosa que espero hayamos aprendido.

Son muchas las cosas que analizando el año que ha pasado, hemos aprendido y también nos ha recordado que el capitalismo sin control es totalmente contrario al bienestar general de sociedad (como ya se demostró en la crisis financiera global de 2008), al igual que el comunismo o el fascismo. Por eso el equilibrio ha de venir siempre de un Estado democrático fuerte y una sociedad participativa en los asuntos públicos a través de la política. Para este nuevo año, espero que nos enseñe cosas buenas y nos ayude a no volver a cometer los errores del pasado. Feliz 2021.

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