En su discurso con motivo del Día de la Victoria, Vladimir Putin, presidente de Rusia, ha defendido que la invasión de Ucrania fue una decisión “correcta”.
Además, sostuvo que las acciones de la OTAN llegaron a un nivel de “amenaza obvia” para la seguridad nacional del país.
“Defender el país es algo sagrado” dijo en una intervención plagada de eufemismos y manipulaciones en la Plaza Roja de Moscú.
Asimismo, elogió a los militares rusos que combaten “por la población en el Donbass y por la seguridad del país”.
Según remarcó, Moscú “propuso en diciembre un acuerdo de seguridad entre Rusia y Europa”. El Kremlin, dijo, “pidió a Occidente un diálogo honesto para lograr soluciones razonables y de compromiso, teniendo en cuenta los intereses de todos”.
“Fue en vano. No quisieron escucharnos. Tenían planes completamente diferentes. Podemos verlo”, añadió. “Estaban preparando una operación de castigo en el Donbass para invadir nuestro territorio histórico, incluida Crimea”, argumentó.
“En Kiev decían que podrían obtener armas nucleares y la OTAN empezó a explorar los territorios adyacentes a nosotros”, aseguró Putin.
Así, siguió explicando que “se creó de forma sistemática una amenaza absolutamente inaceptable, dirigida contra nuestras fronteras. Todo indicaba que un enfrentamiento con los neonazis, a los que Estados Unidos y sus socios azuzaron, sería inevitable”.
Por tanto, las autoridades rusas “vieron el desarrollo de infraestructura militar, el trabajo de cientos de asesores extranjeros”.
Además, “la entrega regular de las armas más modernas por parte de países de la OTAN”. “El peligro crecía cada día”, agregó.
La invasión de Ucrania fue una “decisión forzada, apropiada y correcta”
Así, apuntó, “Rusia dio un golpe preventivo a la agresión. Fue una decisión forzada, apropiada y correcta. Fue la decisión de un Estado soberano, fuerte e independiente”, señaló en defensa de la invasión de Ucrania.
Por otro lado, se dirigió a los soldados rusos que combaten en el Donbass, de los que dijo que “luchan por su tierra”.
“Me dirijo ahora a nuestras Fuerzas Armadas y las milicias del Donbass. Lucháis por la patria, por su futuro, para que nadie olvide las lecciones de la Segunda Guerra Mundial y para que no haya lugar en el mundo para ejecutores y nazis”, zanjó.
Se esperaba con expectación el discurso y las acciones que el presidente ruso pudiera pronunciar y hacer con motivo de este importante homenaje.
El Día de la Victoria del 9 de mayo conmemora el triunfo de las tropas de la Unión Soviética sobre el nazismo. Unas tropas que también integraban soldados ucranianos.
Así, se esperaba que Putin presentara ante el pueblo de Rusia alguna victoria o la vistiera como tal. Sin embargo, ni siquiera pronunció la palabra ‘victoria’ y, menos aún, ha podido brindar por una.
Ninguna de las grandes ciudades ucranianas ha caído o la han podido conservar las tropas rusas.
Más bien al contrario, todo parece apuntar a que Rusia se ha replegado y se concentra ya, tan solo, en el Donbass.
Tampoco ha habido una exagerada exhibición de músculo militar, sino que han desfilado menos contingentes, misiles y armamento pesado.